9 consejos para autopublicar y que tu obra no acabe en una papelera
9 consejos par autopublicar un libro y que tenga posibilidades reales en el mercado editorial.
Consejos para autopublicar un libro
Autopublicar está a la orden del día. Vivimos en un mundo hiperconectado, en el que la información se nos sale por las orejas y parece que podamos alcanzar cualquier lugar con solo proponérnoslo. Y, en algunos casos, así es, solo hay que saber cómo hacerlo.
Y eso ocurre con publicar un libro. Hasta hace bien poco, la única manera de hacerlo era buscando una editorial que apostara por él, pero con las nuevas tecnologías, las redes sociales y las plataformas de venta, se ha convertido en algo que está al alcance de la mano de cualquiera que sepa juntar letras.
Una vez que celebramos con cava o champán, como gustes, que podemos hacer lo que nos de la gana con nuestro libro, tenemos que comenzar a pensar cómo distinguirnos de aquellos que se han tomado al pie de la letra este avance y publican a troche y moche, sin tener ni idea de lo que están haciendo.
La autopublicación ha conseguido que existan millones de libros cuyo mejor destino es la papelera. Desastres absolutos que dan ganas de arrancarte los ojos con solo ver sus portadas, ni te cuento cuando te adentras en el averno de sus páginas.
Y, claro, no quieres que tu libro querido y mimado acabe en este montón. Lo entiendo y aplaudo. Por eso escribo este artículo. Intentaré ayudarte para que tu obra se distinga de estos desde el primer vistazo.
Pasa por todos los profesionales que necesites
Lo primero es tener es una buena obra, esto ya lo he dicho tantas veces que me da la sensación que estoy en un bucle infinito.
Aún así, cada dos por tres, oigo por ahí que para publicar un buen libro solo es imprescindible un corrector, un maquetador y un diseño de portada chulo. Y, claro, entiendo que haya gente que piense eso, pero me echo a temblar con solo oírlo.
Por qué se piensa que es esencial que un libro no tenga erratas y, sin embargo, no pasa nada porque tenga un agujero en la trama del tamaño de Canadá o que sus personajes sean más planos que la estepa siberiana.
Es que no puedo entender cómo es posible que a alguien se le ocurra publicar sin haber pasado por un lector cero profesional, como mínimo. Porque un libro puede tener una portada divina, estar bien maquetado y mostrarse impoluto en su lenguaje y al mismo tiempo ser horroroso. De esos que el autor te engaña una vez, pero no piensas repetir dos. Y estaría bien que a la gente le entrara en la cabeza.
Así que lo primero que tienes que hacer cuando terminas una obra y te has cansado de corregirla (te dejo un enlace con claves para hacerlo bien) es buscar como mínimo un lector cero profesional que te diga qué errores tiene aún la trama, los personajes, el hilo temporal, las escenas o la infinita lista de elementos que tienen que cuadrar como un reloj en una novela o un libro para que todo fluya y sea una obra bien hecha.
Una edición exhaustiva de un libro es fundamental para que todo esté en su sitio.
Te lo pido de rodillas y con ojos de cordero degollado (Y si me apuras, me da igual que no me busques a mí, contrata a quién más confianza te genere y mejor trabaje bajo tu punto de vista, pero hazlo).
Luego, por supuesto, debes hacer una corrección exhaustiva para eliminar los errores ortográficos y de estilo. Después, buscar más profesionales para que te hagan una buena portada y una maquetación divina.
Autopublicar es invertir
Y es que la democratización de la cultura que supone que todo el mundo puede publicar es una falacia.
Publicar un libro requiere de una inversión que no es posible saltarse a no ser que te importe un pimiento el resultado final.
Si piensa que, como ocurre con los productos defectuosos, se puede vender eso que no ha pasado por los filtros que debe, al menos, anúncialo. Es la manera más honesta de venderlo y le estás haciendo un favor al sector para que no todos caigan en el mismo saco.
Y no pasa nada, tal vez, tú eres un portento (lo digo en serio) y todo lo haces bien, perfecto, pero serás en uno por ciento del resto. Porque si las editoriales tradicionales gastan dinero en editores de mesa será por algo, digo yo.
Y sí, ya sé que hay muchas que también han eliminado esa figura de sus plantillas, y ni siquiera la han externalizado, pero qué diremos… Pues que no me fío de sus libros, simplemente.
Nadie es capaz de ver sus propios errores hasta que no le ponen un espejo delante. Y es que estoy harta de comprar libros de autopublicados (con los otros también me sucede, pero menos) y pasarme media lectura viendo agujeros. Y es una pena, porque muchos serían una pasada, si hubieran invertido un poco más, si no hubieran tenido prisa por publicar.
Me atrevo a decir que muchos autopublicados son infinitamente mejores que los autores tradicionales más famosos. No sabes la pena que me da cuando veo que un libro con ese potencial se pierde por no haber invertido en un editor o en un lector cero. Es terrible, de verdad. Y por eso soy tan pesada, pero ya lo dejo.
Asegura tu obra
Una vez que me he empleado a fondo con la inversión, vamos con la seguridad. Inscribe la obra en el registro de la propiedad intelectual (te dejo un enlace a la guía de este servicio) y también te recomiendo que uses la plataforma de SafeCreative que es un registro online que puede ser de utilidad. Dentro de lo útil que es hoy en día este tipo de registros.
Luchar contra la piratería desde tu posición es casi imposible, pero siempre da seguridad tener la obra registrada.
Al menos tienes algo a lo que agarrarte y patalear cuando descubras, seguro, que alguien ha decidido apropiarse de ella y venderla como si fuera suya. Por desgracia, es el pan de cada día.
Trámites legales para autopublicar un libro
Respecto a los trámites legales, tenemos la gestión de ISBN y el depósito legal.
El depósito legal es un trámite que no siempre es obligatorio, por ejemplo, si imprimes bajo demanda puedes no sacarlo.
Su función es tener un reservorio de obras para que las generaciones futuras tengan un legado que estudiar y dejemos huella. Es como atesorar patrimonio cultural. Recuerdo cuando trabajaba en la editorial y a veces me tocaba a mí ir a registrar los nuevos libros, un poco engorroso, pero sin dificultad alguna. Tienes que llevar tres obras y dejarlas en el registro.
Imagina que pierdes el control de alguna de tus obras o que desaparecen todas, si has hecho este registro, sabes que en la biblioteca nacional y en la de tu comunidad tendrás un ejemplar en perfecto estado.
Se solicita en el depósito legal de tu provincia. Es un trámite completamente gratuito y suele ser inmediato. En este enlace puedes ver las direcciones y teléfonos de las oficinas del depósito legal de todas las provincias.
Y en este otro (M1), te puedes descargar el modelo que tienes que rellenar, si vives en la provincia de Valencia. Cada una tiene el suyo y te lo puedes descargar desde su web.
Por su parte, el ISBN es aconsejable pedirlo, sobre todo, si vas a distribuir a nivel nacional, ya que es la manera en que te encuentran las librerías.
Si publicas en Amazon te asignará uno, pero solo te sirve para los libros que publiques en la plataforma. Si imprimes puedes usar ese ISBN, pero no es recomendable porque existe un número de registro para cada modalidad de la obra. Te dejo este enlace a un artículo del blog de Mariana Eguaras sobre el tema, por si quieres ampliar información.
Tu destino es Amazon
Y es que este es tu destino, así que por muchas pestes que eches de la plataforma, vas a tener que publicar ahí. Es la mejor fórmula que existe para distribuir tu libro y si conoces todos sus recovecos, tendrás mucho ganado para venderlo.
Así que busca cursos o cualquier forma de aprender a subir tus libros a la plataforma de la mejor manera posible. Igual que tendrás que hacer con el resto de tiendas virtuales que te lo permitan, porque cuánto más abarques en este caso, mejor.
Te dejo un enlace a un post que publicó Gabriella Campbell, en el blog de MOLPE, de Ana González Duque. El artículo no tiene desperdicio.
No olvides imprimirla
Otra fórmula que debes usar es buscar una imprenta cerca de ti, profesional y con buenos precios, para imprimir los ejemplares que necesites para hacer presentaciones (u otras acciones offline) y vender a las personas de tu círculo social.
Los precios suelen ser más reducidos y tendrás mejor margen que si los compras en Amazon. Además, la calidad suele ser mejor también y te puedes permitir personalizarlos mucho más, por ejemplo, con solapas.
Debes presentarla, cuanto más mejor
Ya tienes la obra subida divinamente a Amazon y al resto de plataformas, unas cuantas cajas de libros en el trastero de tu casa y un mareo de cabeza imposible.
Ahora lo que tienes que hacer es preparar las presentaciones que tendrás que hacer de manera presencial.
Sé que es una tarea horrible, pero es necesaria si quieres comenzar a vender.
Las acciones offline son fundamentales, sobre todo, si aún no tienes tu público. Todo escritor comienza por ellas.
Sin una base social que te apoye es difícil que acabes vendiendo miles de libros a desconocidos. Así que hay que empezar por ahí por mucho que no quieras.
Te dejo un enlace a cómo organizar una buena presentación sin que a tu público no se le descuelgue la cabeza.
La promoción es tan importante como que la obra sea buena
Rastrea el mercado, fíjate en promociones de otros, busca la manera de darte a conocer de otras formas que no sean la típica presentación. Firmas de libros, acciones en librerías, congresos, ferias y toda actividad que implique estar en contacto con lectores ávidos de buenas lecturas.
Debes hacer una buena promoción, aquí te dejo un artículo que escribí recientemente que te va a ayudar mucho al respecto. Es fundamental que consigas llegar a cuanta más gente mejor.
Sin olvidar, por supuesto, todo el proceso online y de redes, del que en este artículo también hago un buen repaso.
Resiliencia
Estoy segura de que a estas alturas no quieres leer ni una palabra más que venga de mí y menos esta en concreto que, en demasiadas ocasiones, se ha utilizado para vender motos sin ruedas.
Aunque en este caso es fundamental.
Necesitas resistir, tener paciencia y seguir adelante pase lo que pase. Y no conozco otra palabra que englobe estos conceptos tan bien. Así que la he tenido que utilizar necesariamente.
Ya sé que después de leerme estás pensando que es demasiado, que no vas a llegar, que no te da la vida, pero es que publicar un libro requiere de todos estos filtros porque no sirve con juntar letras, ya ves que es un trabajo muy colectivo y esforzado. El arte siempre lo es.
Y estás creando una obra de arte, algo original que es solo tuyo. A través de sus páginas quieres transmitir lo que llevas dentro y tener cuántos más lectores mejor, es decir, lo haces con ánimo de comunicar y ser universal. En consecuencia, te lo tienes que tomar como lo que es.
No puedes banalizar un acto tan serio e importante como es publicar un libro. La idea es reverenciar a los lectores que son tu público objetivo y serán los que te ayuden a llevar a cabo tu proyecto. Así que no los defraudes dejándote llevar por la prisa o la racanería. Toma conciencia de lo que estás haciendo.
Y ahora sí, te dejo reflexionar. Me puedes poner verde en los comentarios, aceptaré tus críticas con estoicismo, lo prometo.
Hola, Yolanda Barambio, un placer leerte. Tienes capacidad de convencimiento y es clara tu experiencia y vocación editora.
No obstante, después de leerte, me dan ganas de quemar mis libros en una pira al estilo Hitler. ¡Ay, si no fuera porque me han costado tanto trabajo! De por sí el panorama editorial nunca ha sido halagador. Cuesta mucho trabajo escribir una obra de calidad y los autores bisoños tienen prisas en publicar su obra aunque no vendan nada.
A lo largo de los siglos los editores han explotado sin piedad a los escritores. Un 10 por ciento de regalías resulta ridículo y yo se los aventaría en la cara a cualquier editor. No tengo prisa en publicar. Tengo 20 años escribiendo (en 2001 compré mi primer compu), ni tampoco pienso en hacerme rico con la literatura. Eso sí, me interesan la fama y la trascendencia. Dejar una huella de mi paso por el mundo. Puedo encontrar otras maneras más ingeniosas. Me he preparado a consciencia para ser buen escritor y he tomado todos los talleres habidos y por haber. Todo tiene su recompensa tarde o temprano. Cuando escribo, me pregunto, ¿de qué manera le sirve esto a mis lectores? No ignoro que ya fui escritor en otras vidas. Eso me anima a seguir adelante. Son tantas los requisitos para publicar un libro, bien hecho, que al leerte sentí ganas de tirarme de cabeza en La quebrada. Es broma. Escribo y leo diariamente. Mi esposa dice que estoy obsesionado y creo que tiene razón. Venderé una parte de mi patrimonio para contratar un editor y correctores. Si es un requisito para el éxito no faltaba más.
Pensar que la mayoría de los autores carecen de recursos. La miseria y el arte se llevan muy bien. La mayoría de aspirantes somos unos pobres diablos, burros sin mecate, perros sin dueño, así nos define Eusebio Ruvalcaba, autor mexicano, y comparto su opinión.
Por otra parte, como sabrás, los escritores más famosos del pasado no contaban con lectores cero, editores, correctores de estilo, ni orto tipográficos. Y sin embargo llegaron a ser celebridades. Se inmortalizaron por sus propios méritos. ¿Esos múltiples requisitos que mencionas no será simple mercadotecnia? El llamado «marketing», tan en boga en las plataformas. He llegado a la conclusión que no, al menos en tu caso. De todos modos, por mucho amor al arte y verdadero altruismo que me impulse, deseos de trasmitir conocimientos, no puedo evitar frustrarme ocasionalmente. Le pido a Dios fuerzas para seguir adelante. Publicaré más adelante solo 3 libros. Si uno de ellos. o los tres, no se convierte en best sellet me retiro. Ya lo decidí. Significaría que no nací para ser escritor y no voy a escribirle al viento.
Afirmas que Amazon es la única opción, ayer se me borraron dos cuartillas así sin más ni más del penúltimo cap. de mi libro: «Famosos, millonarios e infelices». No pude evitar preferí ver videos porno. Indagando, me enteré que Jeff Besos, el dueño de Amazon, es uno de los hombres más ricos del mundo. Al igual que Mark Suckerberg, ambos explotadores y engañabobos. Nadie se hace rico honradamente. Son muchos los escritores que juran que Amazon no les dan buenas cuentas. Les mandan cualquier porcentaje de regalías y no puedes reclamarles nada. Jamás te firma un contrato ni promociona tus obras. Permanecen en el más absoluto anonimato, este par de cabrones, y no tienes a quien demandar. Preferiría plataformas pequeñas o la auto publicación de ser necesario aunque venda solo dos ejemplares.
Un gusto saludarte y felices pascuas.
José de Cádiz
Hola, hay dos puntos en tu discurso en los que no estoy de acuerdo. Que los clásicos no tenían lectores cero ni editores, es totalmente falso, todos los escritores antes y después han necesitado y usado esta figura aunque no se llamase así. Aunque no dudo que haya alguno que haya conseguido solo lograr escribir una obra maestra.
Por otro lado, en ningún momento digo que Amazon es la única solución para un autopublicado, digo que tal y como está el mercado es una solución necesaria si quieres abarcar más lectores, sin duda.
Por lo demás, feliz Navidad para ti también. Gracias por tu comentario.
Un abrazo,
Gracias!!!
¿Cuál sería el orden a la hora de corregir?
Yo tengo este, no sé si debería ser así.
Gracias!!
Informe.
Lectores cero.
Editing
Corrección.
Hola, pues depende de cómo esté la obra. El primer paso es revisar en qué punto se encuentra después de todas las correcciones propias; luego ya se elige la intervención que más convenga dependiendo de en qué punto esté. Es decir, cuando llegas a no poder corregir la obra propia porque ya no ves nada, busca un profesional y que te haga una valoración inicial de en qué punto está. De ahí sabrás si necesita un editing o un análisis que puede ser en versión informe o implementado en el texto (el profesional sabrá con un par de capítulos qué necesita la obra; casi siempre necesita un editing y, las peores de las veces, está tan mal que ni con esas); después, va el lector cero, para asegurar que todo está en su sitio (este es el último paso de la corrección de contenido, para asegurar que todas las variables están bien rematadas, es algo superficial que no puede compararse con un análisis integral o con un editing, estos no deben dejar hilo sin revisar) y, por último, corrección ortográfica y de estilo. Espero haberte sido de ayuda. Como ves, la edición va de lo más profundo a lo superficial, el texto tiene muchas capas y hay que atenderlas a todas. El peligro de no hacerlo es que puedes acabar teniendo un texto muy normativo en el que no se entienda nada de lo que hacen los personajes. Espero haber sido de ayuda. Un abrazo enorme.