Cómo debe ser el final de un libro. Algunas claves
Cómo debe ser el final de un libro, la respuesta corta: el que llega en el momento justo. Para la larga, sigue leyendo.
Qué tiene que tener el final de tu libro
Un libro es bueno cuando, al llegar al final, la emoción te embarga y no quieres acabar, porque ha cumplido todas las promesas y no quieres salir al exterior. Las ultimas palabras han dejado huella en ti, de alguna manera, no hablo de transformarte la vida, no soy tan ingenua, pero después de esta experiencia quieres volver a vivir en algún universo tan bien construido, al menos para ti.
Y si la persona que lo ha escrito no es de tus habituales, lo primero que haces es buscar si hay más obras bajo esa firma.
Y, en algunas ocasiones, hasta tienes un periodo de duelo. El libro que acabas de terminar es tan bueno que te cuesta volver a engancharte a otro. Hay duelos que duran meses.
¿Cuánta responsabilidad tiene el final del libro en esa sensación?
No toda, pero mucha. Lo último que lees es básico en este estado.
Y no siempre es necesario que pienses que no puedes leer en meses nada más. Si es un buen libro y has disfrutado con él, con que el final no te defraude es más que suficiente. Así que no tiene que ser tan difícil. Vamos a ver.
Debe ser autoconclusivo
Esta es la primera opción. Si encuentro una saga más que no cierre ni uno solo de los interrogantes que abre a lo largo del libro, exploto.
Desde cuándo se puede escribir un libro que cuando llegas al final te has quedado igual que estabas al principio. ¿Alguien puede pensar que eso es guay? Entiendo que se quiera crear interés en los lectores para que sigan leyendo más libros, pero esa no es la mejor manera de hacerlo. Hazme caso.
Si para mí es una aberración partir escenas de un capítulo a otro sin justificación o guardar datos prioritarios por que sí; imagina qué me pasa en la cabeza cuando alguien me dice que su novela no es autoconclusiva. Es un sufrir diario, porque anda que no hay.
Es una moda propiciada por las series, no pasa nada porque te dejen a medias y ya vendrá otra temporada, pero en un libro creo que las cosas no funcionan de la misma manera, no le veo el sentido a hacerlo sin necesidad.
Pero hay una razón mucho más poderosa, si no se es Netflix ni se va a invertir media vida en marketing, el lector lejos de engancharse y tener sudores fríos hasta que se vuelva a sacar la próxima de la saga, se olvidará antes de cerrar el libro, porque la sensación de impotencia y tomadura de pelo es demasiado fuerte para que su cabeza, como la de todos, selectiva, no lo borre para siempre.
Así que cuidado con jugar con estas cosas porque salen caras. Y es que aunque sea una saga, no pasa nada porque cierres incógnitas al final, vamos, digo yo.
Un libro no puede servir solo para presentar personajes y abrir hilos que no van a ningún sitio. El lector se tiene que enamorar de los personajes y sentir que todo el tiempo que ha empleado en leerte le ha llevado a alguna parte.
Y bueno, no te cuento lo que pienso de las novelas que no son autoconclusivas y encima no forman parte de ninguna saga, haberlas haylas.
Encontrar el final
Todas las tramas tienen un momento para el final, solo hay que saber encontrarlo. No hay nada peor que no encontrar ese equilibrio, porque entonces o faltan o sobran escenas.
Para encontrarlo, lo más eficaz es medir la intensidad de todas las escenas que forman el libro, ir testando las subidas y bajadas de ritmo, eso te indicará cuando es pertinente acabar con la montaña rusa del lector.
Otra fórmula para encontrarlo es seguir el arco de los personajes principales, en cuánto se acaben de transformar es justo el momento en que se debe cerrar la trama.
Ejemplo
Ana descubre que no es hija de sus padres, después emprende una aventura para encontrar a los biológicos que requiere de una búsqueda ingente, no solo de los datos que le lleven hasta ellos, sino también de su identidad propia.
Cómo habría sido ella y su vida si la hubieran educado otras personas; cómo serían esas personas. También, cómo son sus padres actuales, cómo ha vivido con ellos hasta el momento y un largo etcétera. Ahí entran en juego todas las implicaciones emocionales que tiene la protagonista y cómo lidia con ellas.
Hay un punto de partida del personaje y una transformación derivada de ese descubrimiento y esa búsqueda. Su arco termina cuando acaba de transformarse, aunque no consiga encontrar a sus padres. Todo depende de la personalidad del personaje, de la situación de la que parta y de lo que encuentre en ese viaje.
Los objetivos del autor
Los objetivos que tengas con ese libro también son relevantes para saber cuándo has llegado al final. De ellos también depende no solo el arco de los personajes, sino lo que pase en la novela. Eso sí, testa bien para que todo vaya en función de un buen final.
Si escribes una novela con un propósito concreto, no habrás llegado al final hasta conseguirlo.
Por ejemplo, quieres asentar la idea en tus lectores de que la libertad es lo más importante que tiene una persona. Entonces, hasta que tu personaje o la trama no llegue a esa conclusión, de alguna manera, no habrá llegado tu final.
Aunque, como te digo al principio de este punto, deberás ver si de verdad en la trama que has creado es el momento de cerrar la historia.
El fin en este caso nunca justifica los medios, porque tienes que atender a los factores que te cuento arriba: arco de personajes, ritmo de la historia y cierre de todos o gran parte de los flecos sueltos (dependiendo de si es una saga o no).
La sorpresa y la reflexión
Establecer cómo debe ser el final de un libro, sin tener ni idea de lo que hay dentro es como pedirle peras al olmo, no tengo pócimas mágicas, todo depende de la trama y de los personajes, pero es esencial encontrar el equilibrio entre lo que debe ser y lo que quieres hacer.
Un libro debe dejarte con la sonrisa en la boca aunque acabe mal, con la sensación de que has disfrutado de la lectura. Una buena forma de hacerlo es la sorpresa, darle un último giro a la historia, siempre que no te vayas del tono ni del arco de los personajes. Aprovechando la evolución de los mismos, puedes hacer que no se termine como el lector espera.
A veces, no es necesario que suceda nada muy grande ni que se tomen grandes decisiones. El final debe ser lo más orgánico posible.
Piensa en el final de Con faldas y a lo loco. Una sola frase: «Nadie es perfecto», hace que sea el final ideal. Recoge todos los hilos, sorprende, sigue el tono de la película y además es abierto a la interpretación del lector. No es exactamente un final feliz, pero para el espectador lo es.
Si nos centramos en un libro, hay infinitos que tienen finales en su modo y forma, por ejemplo, el final de Ensayo sobre la ceguera de José Saramago:
«Por qué nos hemos quedado ciegos,No lo sé, quiza algún día lleguemos a saber la razón, Quieres que te diga lo que estoy pensando, Dime, Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, Ciegos que ven, Ciegos que, viendo, no ven. La mujer del médico se levantó, se acercó a la ventana. Miró hacia abajo, a la calle cubierta de basura, a las personas que gritaban y cantaban. Luego alzó la cabeza al cielo y lo vio todo blanco, Ahora me toca a mí, pensó. El miedo súbito le hizo bajar los ojos. La ciudad aún estaba allí».
Si no has leído el libro (ya estás tardando, es una joya de la literatura de todos los tiempos, por todo), tal vez no captes lo maravilloso que es este final, pero te cuento que recoge todos los hilos que se van destilando a lo largo de la obra. Sorprende, cierra y abre. Todo a la vez. Hace reflexionar y aunque la sonrisa queda torcida, es tan bueno, que no puedes más que rendirte al saber que despliega Saramago. Lo más importante es testar las emociones del lector a lo largo de la lectura para encontrar la palabra justa.
Establecer una conexión con las emociones
Ya sé que no tienes una bola de cristal en tu casa, ni un agujero mágico por el que puedes ver cómo lee el lector tus libros y así aprender cómo los vive.
Nadie puede hacer eso, pero si te conectas a la imaginación y al imaginario colectivo, podrás intuir qué necesita el lector en cada momento.
En muchas ocasiones, no es necesario que cierres todas las tramas, ni que muestres todas las consecuencias de la aventura de los personajes, pero siempre es bueno que sepas intuir qué va a sentir el lector cuando lo lea.
Y más importante, tener claro qué quieres que sienta y buscar las palabras que consigan esa emoción.
Siempre teniendo en cuenta que el lector es un ser libre que nunca va a sentir exactamente lo que tú quieres, por mucho que elijas las palabras.
Eso sí, desde tu perspectiva debes sentir ese hormigueo que te indica que aquello fluye.
Al menos, esa emoción la debes sentir tú, tu editor y los lectores cero que tengas.
Y si no es así, no sirve. Busca otro.
Conclusiones
Para resumir, un buen final debe tener algo de lo que listo a continuación.
Con que cumpla solo una de estas características de manera espectacular, ya habrás llegado a tu final.
Vamos allá:
- Sorpresa
- Cambio del arco de los personajes
- Cierre de las tramas (al menos las principales)
- Tan evocador como un buen inicio
- Promesas cumplidas
¿Qué debe tener el final de un libro? Cuéntamelo.
Precisamente Ensayo de la ceguera ha sido uno de los libros más leído y releídos durante el confinamiento; muchas de las situaciones eran clavadas a la realidad diaria. Y ese final en particular hace pensar, no es un punto final. Me gusta que haga vibrar las neuronas.
Sí, es un final para diseccionarlo e intentar, solo intentar, claro, copiarlo. Cómo mide las palabras Saramago es casi milagroso. Gracias por el comentario. Un abrazo enorme.
Impresionante, tu post. En serio, magnífico. Lo voy a guardar y lo voy a releer unas cuantas veces porque, además de haberme gustado mucho, pronto me toca escribir el final de mi primera novela. Llevo un 85 %o así. Muchas gracias!
Hola, me alegro, gracias por tu comentario, mucho ánimo con ese final, cualquier duda, ya sabes donde estoy. Un abrazo.
De de alcanzar una conexion emocional con el o la lectora. Debe transmitir final. No debe de deber nada. Es un final, un circulo completo, la mejor y perfecta de las figuras.
1.Principio explosivo.
2.Trama interesante.
3. Final emocionante.
El orden es subjetivo no?
Pero eso EMOCION, INTERES Y EXPLOSION. O INTERES, EXPLOSION Y EMOCION.
1,2 Y 3.
UN CUARTO SORPRENDENTE? PROFUNDO Y QUE DEJE PENSANDO AL LECTOR?
Gracias por tu comentario. Un saludo,