Qué es un editing y cómo son las claves de la edición de un libro
¿Qué es un editing? El proceso de edición de un libro es un gran desconocido. Consiste en trabajar la capa más profunda de texto para que todos los elementos que lo sostienen funcionen a la perfección y, por consiguiente, el lector disfrute leyendo.
Qué es un editing
¿Qué es un editing o edición y mejora de un libro? ¿Qué pasos se siguen para llevarlo a cabo? ¿Cómo se edita un libro? ¿Para qué sirve el proceso de edición? En este post, te lo explico.
Para empezar es necesario decir que cada editor tiene un proceso personal para trabajar con sus autores. Es decir, no hay una única forma de editar un libro. En mi caso, he confeccionado el proceso en base a mis conocimientos y experiencia. Buscando que sea un proceso enriquecedor no solo para la obra, sino también para el autor.
A lo largo de mi experiencia como editora (ya van casi diez años) he detectado que la inmensa mayoría de los autores albergan serias dudas acerca de qué es la edición de un libro, entendida como su mejora. Las palabras edición y editor tienen muchas acepciones.
Esto genera confusión entorno a este proceso que se debería ver como un paso fundamental antes de publicar un libro, independientemente de si se hace a través de una editorial tradicional o se trata de una autopublicación. (Aquí te cuento la diversidad que encierra la palabra editor).
Un editing o editar un libro es trabajar todos los elementos internos de la obra hasta que funcionen de tal manera que no exista ningún fleco suelto. Es decir, un proceso que se asegura de que todo sea redondo: estructura, tramas, el arco de los personajes, fluidez, contexto, verosimilitud, coherencia, tono, estilo… E infinidad de variables que dependen del género y del tipo de libro en cuestión. Es un paso necesario no solo para las novelas, también para los ensayos.
En una novela se trabaja el inicio y el final, la trama o tramas y la estructura, el arco de los personajes, cómo se desarrolla cada una de las escenas, el tiempo y el espacio, los hilos que tejen la historia, el tono y el estilo y/o una infinidad de variables imposibles de prever.
Si hablamos de un ensayo, en un editing se atiende a la estructura o el orden de los contendidos, así como a la manera de armar cada capítulo para que sea lo más orgánico posible y el lector, no solo fluya por las páginas, sino que interiorice a la perfección todo aquello que se le quiere mostrar. También se atiende al tono, tan importante en un ensayo. Así mismo, se trabaja el equilibro del contenido en cada uno de los capítulos. Es decir, cómo se van desgranando los datos prioritarios en cada uno de ellos.
En el proceso de edición se trabajan estos elementos de manera que cuando el libro llega a las manos del lector, al margen de sus gustos o preferencias, esté asegurada la fluidez lectora y la calidad.
Cómo es el proceso de edición de un libro
Dicho lo anterior, es evidente que la edición de un libro es un proceso apasionante. Además de una inmensa responsabilidad.
En mi caso, me encanta surfear por la mente y las historias de otros. Se establece una simbiosis casi mágica entre editor y autor. Un factor esencial para que el proceso salga bien. La sintonía que se debe establecer entre las partes integrantes de esta alquimia debe fluir tanto como el resultado.
Una vez aclarado qué es un editing (si llegados a este punto tienes alguna duda mándame un correo y te la resuelvo), vamos con mi método para editar libros o cómo es el proceso de edición de un libro.
Un editing comienza cuando el autor me envía los dos primeros capítulos de su obra. Aunque pueda parecer una muestra insuficiente, sé por experiencia que con solo eso puedo valorar multitud de elementos. Tendré los datos necesarios (no todos, por supuesto), para analizar hasta qué punto es posible potenciar la obra.
Las dos opciones tras la valoración inicial
Una vez hecho el diagnóstico de esos dos capítulos, mando una valoración justificada de lo que he detectado. Nunca hay un análisis que se parezca a otro, cada obra es única y sus potencialidades y debilidades también lo son.
Sería una impostura decir que clasifico las novelas que diagnóstico en solo dos categorías, pero para que nos entendamos, en términos generales hay dos opciones (que encierran miles de posibilidades, eso sí). Una, considero que la obra necesita más trabajo, pero tiene potencialidades importantes y sería una pena desperdiciarlas. Dos, detecto que va a ser muy difícil que pueda arreglarlo con una edición.
Si he llegado a la primera conclusión, justifico cada punto a destacar y por qué considero que se debe seguir trabajando en la obra. En este caso, cuando sé que puedo ayudar en el proceso dejaré muy claras mis intenciones. Después, hago un presupuesto ajustado a lo que necesita el texto con toda la información pertinente para que el autor pueda tomar una decisión consciente.
Si considero que la obra no está preparada para hacer un editing, las diferentes opciones casi rozan el infinito. A continuación abordo algunas de las más comunes (si es que eso existe en literatura):
- Puede ser que el libro esté casi perfecto para publicarse (a veces, solo a veces, pasa) y con un lector cero sea suficiente.
- También es posible que el libro necesite mucho más que una edición y sea consciente de que por mucho que trabajemos no vamos a conseguir acabar con una obra redonda.
- Otra posibilidad es que la temática no esté dentro de mi espectro o que yo no tenga las herramientas necesarias para mejorarla (nivel Dios, no existe).
- Por otro lado, puede suceder que la sintonía que se detecta entre autor y editor no es la adecuada para llevar adelante un proyecto que acabe con unos resultados satisfactorios para ambos.
A veces, es mejor perder un autor (cliente), antes de que él pierda la ilusión, mucho tiempo y también dinero. Y por qué no decirlo, yo tampoco quiero perder todo eso. En todos los casos, pero sobre todo en este, lo que más ayuda es la sinceridad y la honestidad en ambas direcciones.
Reunión estructural
Volvamos al proceso de edición del libro. El primer paso para hacer un buen editing es tener con el autor una reunión estructural de la obra en cuestión. Puede ser de forma presencial o a través de una videoconferencia o, incluso, por teléfono.
Tal y como indica el nombre de este primer paso, antes de comenzar a trabajar en un libro, es fundamental asegurar que la estructura que tiene es la adecuada. Una buena estructura siempre está en función de lo que se quiere contar. En caso de encontrar errores en cómo se han vehiculado los datos prioritarios, se trabaja en una nueva estructura. A continuación te explico cómo es este proceso.
Una vez que el autor acepta el presupuesto, comenzamos el proceso de edición y le envío una batería de preguntas personalizada para que podamos ordenar de la mejor manera posible todos los datos sobre los que se ha desarrollado el libro. Esta guía ayuda a aprovechar el tiempo al máximo en la reunión y poder detectar fallos en la estructura de la obra. Es como la piedra angular sobre la que se asienta un editing.
Además, esta reunión ayuda a testar la sintonía entre autor y editor, ya que es un intercambio de ideas que debe fluir con naturalidad y la máxima atención y cuidado posible.
En definitiva para certificar cuál es la mejor estructura para lo que se quiere contar, se van listando los objetivos a conseguir y comienzo mi inmersión en la cabeza del autor para saber qué quiere transmitir con esa obra.
Después de este encuentro, no solo tendremos la estructura ideal, también si hay algún fallo en el desarrollo de los argumentos, en un ensayo, o agujeros en la trama y errores en los arcos de los personajes, en una novela.
Capítulo a capítulo
Después, comienza el proceso de revisar cada capítulo al detalle. Llega el momento de fluir por la obra, la interacción debe ser constante y el autor debe sentirse satisfecho con las correcciones y explicaciones, con cada una de ellas.
En mi caso, explico todo los cambios que propongo. Es una búsqueda minuciosa sobre el texto, en la que van saltando las alarmas que se han programado en mi cabeza con anterioridad en función de lo que el autor quiere conseguir con la obra.
Cada persona interioriza el proceso de una manera diferente y el editor debe adaptarse a cada obra y autor para que este trayecto no solo sea el de la mejora de un libro, sino el de un aprendizaje.
Así, se va avanzando capítulo a capítulo, hasta ir mejorando cada una de sus partes, transformando aquellos puntos que impiden una lectura fluida y potenciando el funcionamiento de todos los elementos internos que componen la obra. Lo más importante: terminar con un buen libro y que el autor haya mejorado su proceso creativo. (Te dejo aquí un enlace que amplía esta información)
Al final del proceso, el autor debe tener una obra en perfectas condiciones para seguir con el proceso de publicación. La obra debe ser redonda en todos sus mecanismos internos.
Autor cuando recibe la edición del primer capítulo. Un secreto: luego mejora, mucho.
Datos de interés en un proceso de edición
Una vez está claro qué es un editing, es necesario hacer algunas puntualizaciones y aclaraciones que ayudan a clarificar este método.
Justificar cada paso
Es fundamental que el autor encuentre una explicación clara y justificada en cada uno de los cambios propuestos. Siempre. Le servirá para interiorizar mejor las correcciones y así fraguar ese salto cualitativo en su proceso creativo.
El autor siempre tiene la última palabra
Durante todo el proceso de editing, el autor siempre será quien diga la última palabra. El editor debe buscar la manera de que su obra siga siendo suya, sin fisuras, redonda, fluida y de lectura exquisita.
La subjetividad del editor
Otro apunte importante es que un proceso de editing siempre es subjetivo, al margen de las reglas básicas que apuntalan toda buena obra, cada editor aportará su método.
La edición de un libro se basa en la confianza y en la autoridad que el editor sea capaz de desplegar en sus conocimientos y maneras de hacer.
A la hora de elegir el mejor editing, el autor debe sentirse en línea con la forma de trabajar y confiar plenamente en la metodología, en caso contrario, la magia no funciona.
En literatura, las prisas no son buenas
Además de un buen libro, ya sea en la cabeza o escrito, es necesario tener paciencia porque es un proceso que requiere su tiempo. Trabajar en los cimientos de un texto es una gran responsabilidad que implica poner la atención en todos los detalles.
Es necesario analizar cada uno de los elementos que componen el libro para potenciar al máximo aquellos que lo hacen brillar y neutralizar sus debilidades hasta que no se perciban. Este proceso requiere mimo y mucha delicadeza.
Participación activa del autor
El autor no es un mero espectador del proceso, participa en todo momento, para aprovechar esta experiencia al máximo y mejorar su proceso creativo. Revisar las correcciones conforme se van desarrollando le ayuda a mejorar como escritor.
La edición y su precio justo
Y es evidente que todo ese tiempo requerido de un buen profesional tiene que tener una compensación acorde.
El mercado reúne en la actualidad miles de alternativas para corregir y editar un libro. Desde la edición más pormenorizada y profunda hasta la corrección low cost. Siempre que se cumpla lo que se promete será un intercambio justo.
Ser rigurosos y serios en este sentido es básico. Escribir un libro requiere mucho tiempo, editarlo con profesionalidad también.
Una edición no es una corrección ortográfica y de estilo
Antes de terminar, no puedo dejar de señalar que una edición nunca es una corrección ortográfica o de estilo. El mismo profesional no puede hacer una edición y además corregir la obra a esos dos niveles. Es imposible. No es posible estar pendiente de cómo funciona la capa más profunda del texto y al mismo tiempo corregir acentos.
Hacer una buena edición implica una inmersión en la obra tan profunda como la del autor, de manera que eso invalida al editor para testar otras capas del texto.
En consecuencia, un editor profesional nunca te ofrecerá las tres correcciones al mismo tiempo y ni siquiera en diferentes tiempos. Son procesos independientes que requieren diferentes niveles de profundidad y, por lo tanto, profesionales distintos.
Lectores celebrando que han dado con un libro bien editado
Conclusiones
Es básico respetar la obra y al autor, mimarlos y, en última instancia, aunque suene algo utópico, se trata de calidad. Preocuparse por que cada obra que se publique sea un producto trabajado.
Muchos autores se escudan en que editar es matar su creatividad, sin darse cuenta de que editar es crear, es abrillantar, es pulir. Es hacer que tu obra sea más tuya que nunca. Un paso fundamental que entra dentro del proceso de creación y que asegura lectores satisfechos.
No se puede pedir que aumenten los lectores o que se tenga una buena imagen de la autopublicación, si el propio autor no se preocupa de que su obra sea la mejor expresión de sí misma. Es inevitable que algunos géneros acaben en lugares poco ventilados, si a muchos de sus integrantes les importa un bledo la calidad de lo que ofrecen a sus lectores.
La intención del post no es convencerte para que trabajes conmigo (que también, faltaría más), pretendo ir un paso más allá. Mi intención es el largo plazo. Dignificar la literatura y su mercado.
Es delicioso encontrar obras que alimentan. Como lectora compulsiva, no hay nada mejor que dar con un libro que cumple con las expectativas que promete. Eso es lo que ofrezco a mis autores.
En definitiva, muchos de mis autores han definido este proceso como un master en su propia obra. Te dejo un enlace donde puedes ver lo que piensan mis autores.
Cuéntame qué te ha parecido este proceso y si necesitas algo más, no tienes más que sugerirlo. Te dejo un enlace para que me cuentes qué necesitas y en qué puedo ayudarte.
Y recuerda, la literatura es oro. Respetarla es lo más importante.
En esta vida es fácil llegar a ser importante, basta con que te toque el euromillón y ya lo eres; aunque uno sea un zoquete. Lo difícil es ser una persona interesante, donde los demás puedan aprender de ti, como persona, de tu trabajo, etc. Yolanda es una persoa interesante, un buen profesional.
Vaya, qué ilusión me hace recibir este comentario. Mil gracias, Alejandro.
Qué interesante el trabajo de un editor y que desconocido. Llevar de la mano al escritor para que se sienta seguro. Gracias por este gran artículo.
Hola, Lia, es un trabajo apasionante, navegar por la mente de otras personas y ayudarles a sacar lo mejor de ellas es una maravilla. Gracias por tu comentario. Un abrazo
Sucintamente describiste lo que debe que ser este proceso, pero le diste la vuelta clave, hay dos cómplices y un mecánico que tienen que obrar desde su ángulo y con sinceridad. Dejas clara la subjetividad a la que hay que arriesgarse.
Hola, Rafael, gracias por tu comentario. Un editing es un proceso en el que la honestidad debe ser una constante desde todas las partes implicadas, de ahí que a ningún editor consciente de lo que significa su trabajo le duelan prendas en reconocer que es un proceso subjetivo. Para mí lo más importante es dar siempre el 100% de mis capacidades y que mis autores nunca puedan decir que no los he tratado con la profesionalidad que requerían. Un abrazo.
La mayoría de escritores amateur pensamos que nuestra obra será superior al Quijote. Reconozco que pensaba que el talento y la fluidez de una obra bastaban. Hoy estoy convencido que necesitamos eliminar errores que nos pasan desapercibimos. Lamentablemente, en España y otros países cobran en euros, esto dificulta un poco el pago. Un euro en México equivale a 28 pesos m/n. Sin embargo, todo cuesta en esta vida. Si quiero ofrecer algo digno y va de por medio mi nombre tengo que apostar a mi obra. Un post interesante como todos los que he leído de ti. Bendiciones y mucha luz.
Hola, José, es importante eso que dices, pulir hasta el máximo los libros, con la ayuda de los profesionales que se requieran, porque —como no me canso de decir— la literatura es un arte colectivo. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.
En los caminos, hay luz. Tu post, ha sido una lumbrera para mí. Creo ser de esos juguetones que espera lograr prodigios; lejos de eso, con 26 años, soy un pequeñisimo aprendiz de escritor, que, irónicamente, no guarda gusto por la lectura y aún así sueña con alcanzar un lugar junto a Tolkien. Tu post, es una cucharada de verdad que induce a volver a la tierra. De una forma dulce, nos recuerdas que, para lograr transmitir esa historia con pasión, no bastan dos ojos y una boca.
Espero algún día cumplir mi meta: un editor y aunque sea, un lector tan satisfecho como yo!
Un abrazo!
Hola, Leonardo, me alegro mucho de haber causado ese efecto en ti. Solo te añado un apunte, sin lectura, no hay escritura. Serías la excepción que confirma la regla, si no andas los caminos que otros han iniciado antes es complicado aprender todas las técnicas que se necesitan (casi infinitas) para saber cómo utilizar el lenguaje de manera que solo con palabras seas capaz de crear un universo. Algo muy complicado, sobre todo, si quieres hacerlo con cierta soltura y eficiencia. Ánimo y a por ello. Un abrazo y mil gracias por tus palabras, me sirven de aliciente para seguir escribiendo sobre narrativa. UN abrazo y mucho ánimo.
Que lindo tener compañia en ese viaje que emprendemos con tanta ilusion para compartir con los demas nuestros pensamientos y poder impactar las vidas de los demas de una manera positiva y constructiva. Una compañia que se compenetra con uno y que busca introducir claridad a lo que expresamos y dar potencia a nuestro mensaje. Una compañia que de alguna manera ilumina ese camino ignoto por el que deseamos transitar y nos permite dar forma a aquello que deseamos expresar.
Me alegro de que mi compañía te ayude. Un abrazo