Cómo es el proceso de edición de un libro
Cómo es el proceso de edición de un libro. El proceso de edición de un libro es un gran desconocido. Lo compruebo todos los días. Este artículo lo publiqué hace bastantes meses, tantos que ya iba siendo hora de remozarlo para que explique de una manera lo más clara y ordenada posible este proceso del que yo vivo y que considero fundamental para poder publicar un libro con dignidad.
Cómo es el proceso de edición de libro ya escrito
Para que veas todas las sombras que existen en torno a la edición de libros, voy a lanzar unas cuantas preguntas al aire para certificar esta afirmación: ¿cómo se edita un libro? ¿Para qué sirve el proceso de edición? ¿Qué es? ¿Qué pasos se siguen para llevarlo a cabo? En este post, te lo explico.
De manera que en esta entrada primero hablaré de qué es un editing, después introduciré sucintamente cuáles son los pasos a seguir (en este punto debes tener en cuenta que es un proceso personal, de manera que los puntos que aquí se indican son los de mi proceso de edición, cada editor seguro que tiene un método propio).
Una vez desgranado el proceso, hablaré de los diferentes datos fundamentales a tener en cuenta en un editing, para en caso de necesitarlo puedas elegir bien cómo, cuándo y con quién hacerlo.
La idea es que cuando acabes de leer conozcas todos los entresijos que encierra el proceso. Vamos allá.
Qué es editar un libro
Para empezar, creo que se hace necesario hablar antes de qué es un editing.
A lo largo de mi experiencia como editora he detectado que la inmensa mayoría de los autores albergan serias dudas acerca de qué es la edición de un libro, entendida como su mejora. Las palabras edición y editor tienen muchas acepciones.
Esto genera confusión entorno a este proceso que se debería ver como un paso fundamental antes de publicar un libro, independientemente de si se hace a través de una editorial tradicional o se trata de una autopublicación (en este artículo, te cuento la diversidad que encierra la palabra editor).
Un editing o editar un libro es trabajar todos los elementos de la obra hasta que funcionen como un reloj suizo. Es decir, un proceso que se asegura de que todo sea redondo: estructura, personajes, fluidez, tramas, contexto, verosimilitud, coherencia, tono, estilo… E infinidad de variables que dependen del género y del tipo de libro en cuestión.
En el proceso de edición se trabajan estos elementos de manera que cuando el libro llega a las manos del lector, al margen de sus gustos o preferencias, nunca pueda decir que acaba de abrir un mal libro. Con este proceso se quiere asegurar la fluidez lectora, la calidad y que la lectura sea una experiencia exquisita.
Dicho lo anterior, te puedo asegurar que el proceso de edición de un libro es apasionante por muchos motivos. Además de una inmensa responsabilidad es una maravilla surfear por la mente y las historias de otros. Se establece una simbiosis casi mágica entre editor y autor.
Seriedad y sinceridad
Una vez aclarado en qué consiste el proceso (si llegados a este punto tienes alguna duda mándame un correo y te la resuelvo), a continuación te cuento cómo es el proceso de edición de un libro en sí, cómo se hace o, al menos, cómo lo hago yo.
Dicho lo anterior, vamos con el primer paso del proceso. Un editing comienza cuando me envías los dos primeros capítulos de tu obra. Tras muchos años de experiencia, esta muestra es suficiente para valorar multitud de elementos. Tendré los datos necesarios, no todos, por supuesto, para analizar hasta qué punto es posible potenciar la obra.
Las dos opciones de la valoración inicial
Una vez hecho el diagnóstico de esos dos capítulos, te mandaré una valoración justificada de lo que he detectado. Nunca hay un análisis que se parezca a otro, cada obra es única y sus potencialidades y debilidades también lo son.
Así, sería una impostura decir que clasifico las novelas que diagnóstico en solo dos categorías, pero para que nos entendamos, en términos generales hay dos opciones (que encierran miles de posibilidades, eso sí). Una, considero que la obra necesita más trabajo, pero tiene potencialidades importantes y sería una pena desperdiciarlas. Dos, es una misión imposible y te explico por qué.
Si he llegado a la primera conclusión, te justificaré cada una de mis impresiones y por qué considero que debes seguir trabajando. En este caso, si pienso que puedo ayudarte, te dejaré muy claras mis intenciones. Después, si te parece bien todo lo que lees en este intercambio, te hago un presupuesto ajustado a lo que necesitas con toda la información pertinente para que puedas tomar una decisión consciente.
Si pienso que tu obra no está preparada para hacer un editing, seré sincera contigo. Aquí las diferentes opciones casi rozan el infinito. Te cuento algunas de las más comunes (si es que eso existe en literatura).
Vamos allá, puede ser que el libro esté casi perfecto para publicarse (a veces, solo a veces, pasa) y con un lector cero sea suficiente. También es posible que el libro necesite mucho más que una edición y sea consciente de que por mucho que trabajemos no vamos a conseguir acabar con una obra redonda. Otra posibilidad es que la temática no esté dentro de mi espectro o que yo no tenga las herramientas necesarias para mejorarla (nivel dios, no existe).
Estas son solo algunas de las posibles razones por las que prefiero perder a un autor (cliente), antes de que él pierda la ilusión, mucho tiempo y también dinero. Quiero jubilarme haciendo lo que más me gusta (editing), así que no me puedo permitir trabajar en una obra que desde el principio pienso que no voy a poder potenciar.
Reunión estructural
Volvamos al proceso de edición del libro. Te he mandado el presupuesto y aclaradas todas las duras posibles, lo has aceptado. Comenzamos el proceso de edición de tu libro
El primer paso para hacer un buen editing es tener con el autor una reunión estructural de la obra en cuestión. Puede ser de forma presencial o a través de una videoconferencia o, incluso, por teléfono.
Esta reunión cumple muchas funciones, todas fundamentales para llevar a cabo un buen editing. Es como la piedra angular sobre la que se asienta el proceso.
En este encuentro nos testamos mutuamente. Tú debes confiar en mí y yo debo sentir que conecto contigo. Es muy importante para hacer una buena edición del libro.
Preparo el dispositivo de búsqueda
En este encuentro comienzo a adaptarme a tu tono y estilo, ubico el objetivo a conseguir y calibro mis alarmas para que cuando comience el proceso de edición pueda ir señalando todos los puntos que no están en línea con ese objetivo. Debo meterme en tu cabeza y saber qué quieres transmitir con esa obra. La comunicación entre editor y autor ha de ser muy fluida.
Examinaremos la composición interna del libro. Una buena estructura siempre está en función de lo que se quiere contar. Si es la correcta, comenzaremos. En caso contrario, consensuaremos y te explicaré por qué no lo es y qué hacer para conseguir que lo sea.
Comienza el proceso de edición
Una vez se tiene clara la estructura del libro, ha llegado el momento de fluir. En esta etapa, se sientan las bases del resto del trabajo, la interacción debe ser constante y el autor debe sentirse satisfecho con mis correcciones y explicaciones, con cada una de ellas. Cada persona interioriza el proceso de una manera diferente y mi obligación es adaptarme a cada forma de hacerlo, para que este trayecto no solo sea el de la mejora de un libro, sino el de un aprendizaje.
Así, iremos avanzando capítulo a capítulo, hasta ir mejorando cada una de sus partes, transformando aquellos puntos que impiden una lectura fluida y potenciando el funcionamiento de todos los elementos internos que componen la obra. Lo más importante: terminar con un buen libro y que tú hayas evolucionado en tu forma de crear.
Certificado de calidad
El último paso de este proceso de edición de un libro es el lector cero. Este profesional será quien determine que todo lo anterior ha sido efectivo.
Datos de interés en un proceso de edición
Una vez que tienes claro el proceso, considero que es necesario hacer algunas puntualizaciones y aclaraciones que te ayudarán a dirimir entre las diferentes formas de editar que existen. Así podrás elegir la que más se adapte a tu proceso creativo. En este caso, es fundamental que sepas cómo lo hace el editor, cuál es su método de trabajo y cómo te puede garantizar que será así.
Puntos de apoyo para la edición
En mi caso, mis puntos de apoyo esenciales para conseguirlo, por citar algunos, son la economía comunicativa, la fluidez, la verosimilitud y la coherencia. Me apoyo en más claves, pero si tuviera que elegir cuatro serían estas.
Además, la forma de trabajar también varía dependiendo de la obra en que trabaje. En el caso de una novela, los personajes deben evolucionar y ser fieles a sí mismos en todo momento. La lectura debe ser muy fluida y arrastrar al lector desde la primera página hasta la última. Al cerrar la obra debe querer más, siempre.
Si se trata de un ensayo, la idea es que el lector interiorice la información de la mejor manera posible. Aquí juega un papel fundamental la estructura y cómo se van desgranando todos los temas a tratar en la obra. La fluidez es básica y, al mismo tiempo, la obra debe permitir al lector la consulta desde varios puntos de lectura.
En ambos casos, estoy permanentemente conectada al imaginario colectivo y a la imaginación del lector. Leer es vivir y tu libro debe reflejar la vida mostrándola.
Justificar cada paso
A lo largo del proceso de edición del libro, en cada una de mis correcciones, habrá una justificación de por qué esto o aquello no debería estar ahí; por qué ese personaje es imposible que diga aquello o que se mueva de esa manera por el espacio, qué hace que esta parte deba estar antes o después o la necesidad de priorizar los datos de una manera o de otra…
Hay infinidad de matices e infinitas posibilidades en una novela, pero todo debe estar en consonancia con la historia que se cuenta, sus personajes deben evolucionar con la obra y ser permeables a lo que les pasa, a ellos y a otros. Si la historia está contada desde una perspectiva ha de ser fiel a ese prisma. Hay miles de correcciones posibles, pero un editor debe saber justificar cada indicación que sugiere, siempre.
Tú tienes la última palabra
Al final del proceso, debes tener una obra en perfectas condiciones para leerse con gusto y fluidez, y siempre serás tú quien diga la última palabra, es tu obra.
La subjetividad del editor
Otro apunte importante es que un proceso de editing siempre es subjetivo, al margen de las reglas básicas de toda buena obra, cada editor aportará su forma de hacer las cosas y de vivir la literatura. Debes estar en línea con esa persona y confiar plenamente en ella, en caso contrario, la magia no funciona.
En literatura, las prisas no son buenas
Además de un buen libro, ya sea en la cabeza o escrito, es necesario tener paciencia porque es un proceso que requiere su tiempo. Trabajar en los cimientos de una historia es una gran responsabilidad que implica poner la atención en todos los detalles.
Es necesario analizar todos los elementos que componen el libro para potenciar al máximo aquellos que lo hacen brillar y neutralizar sus debilidades hasta que no se perciban. El autor debe participar activamente en el proceso para asegurar que la edición no desfigure su obra, sino que la mejora en todo momento.
La edición y su precio justo
Al hilo de lo anterior, es necesario señalar que una buena edición requiere el tiempo de un buen profesional. El mercado reúne en la actualidad miles de alternativas para corregir y editar un libro. Desde la edición más pormenorizada y profunda hasta la corrección low cost. Siempre que se cumpla lo que se promete será un intercambio justo.
Ser rigurosos y serios en este sentido es básico. Escribir un libro requiere mucho tiempo, editarlo con profesionalidad también.
Tu libro ve la luz
Dependiendo de las opciones elegidas por ti, te ayudaré a conseguirlo desde cualquier frente que elijas. Verás que tienes a tu alcance todo un abanico de posibilidades para hacer llegar tu obra a sus lectores potenciales, siempre desde la profesionalidad y la sinceridad. Como editora doy el 100%, pero después hay muchos otros procesos en los que no estoy especializada.
Esto significa que puedo aconsejarte sobre si la portada es buena o no, pero hay maravillosos profesionales que se dedican a ello, lo mismo ocurre en otros puntos del proceso.
Una edición no es una corrección ortográfica y de estilo
Al hilo de lo anterior, no puedo dejar de señalar que una edición nunca es una corrección ortográfica o de estilo. El mismo profesional no puede hacer una edición y a la vez corregir la obra a esos dos niveles más. Es imposible. Si estás pendiente de cómo funciona la obra: los personajes, la fluidez… No puedes corregir acentos.
De hecho, si ya has hecho la edición del libro, tampoco podrás corregirlo en otro sentido. La razón es que si se hace una buena edición, al finalizar el proceso el editor tiene la historia en la cabeza de manera muy parecida a como la tiene el autor.
De manera que un editor profesional nunca te ofrecerá las tres correcciones al mismo tiempo y tampoco las puede hacer en diferentes tiempos. Si soy tu editora no podré ser tu correctora, ni al revés.
Son procesos distintos, diferentes niveles de profundidad que requieren profesionales distintos.
Conclusiones
En definitiva, este es un proceso que tiene mucho que ver con un máster en escritura sobre tu propia obra. Así es como lo definen muchos de los autores que ya han trabajado conmigo. Te dejo un enlace donde puedes ver la opinión de algunos de ellos.
Respeto en todas las direcciones
Es básico respetar la obra y al autor, mimarlos y, en última instancia, aunque suene algo utópico, se trata de calidad. Preocuparse por que cada obra que se publique sea un producto trabajado. Muchos autores se escudan en que editar es matar su creatividad, sin darse cuenta de que editar es crear, es abrillantar, es pulir. Un paso fundamental que entra dentro del proceso de creación y que asegura lectores satisfechos.
No se puede pedir que aumenten los lectores o que se tenga una buena imagen de la autopublicación, si el propio autor no se preocupa de que su obra sea la mejor expresión de sí misma. Es inevitable que algunos géneros acaben en lugares poco ventilados, si a muchos de sus integrantes les importa un bledo qué le están ofreciendo a sus lectores. ¿De qué sirve una trayectoria plagada de humo?
Calidad literaria
La intención del post no es convencerte para que trabajes conmigo (que también, faltaría más), pretendo ir un paso más allá.
Mi intención es el largo plazo. Vivir con dignidad haciendo lo que más me gusta en el mundo, iluminar una parte del proceso de publicación de un libro que hasta el momento es un gran desconocido y poner mi granito de arena para que el mercado editorial sea un lugar respetado por todos. Donde unos reconozcan la maravilla de otros, pagando por leer sus obras y otros encuentren obras que alimenten.
Como lectora compulsiva, no hay nada mejor que dar con un libro que cumple con las expectativas que promete. Eso es lo que ofrezco a mis autores.
Cuéntame qué te ha parecido este proceso y si necesitas algo más, no tienes más que sugerirlo. Te dejo un enlace para que me cuentes qué necesitas y en qué puedo ayudarte.
¡Hasta la semana que viene!
En esta vida es fácil llegar a ser importante, basta con que te toque el euromillón y ya lo eres; aunque uno sea un zoquete. Lo difícil es ser una persona interesante, donde los demás puedan aprender de ti, como persona, de tu trabajo, etc. Yolanda es una persoa interesante, un buen profesional.
Vaya, qué ilusión me hace recibir este comentario. Mil gracias, Alejandro.
Qué interesante el trabajo de un editor y que desconocido. Llevar de la mano al escritor para que se sienta seguro. Gracias por este gran artículo.
Hola, Lia, es un trabajo apasionante, navegar por la mente de otras personas y ayudarles a sacar lo mejor de ellas es una maravilla. Gracias por tu comentario. Un abrazo
Sucintamente describiste lo que debe que ser este proceso, pero le diste la vuelta clave, hay dos cómplices y un mecánico que tienen que obrar desde su ángulo y con sinceridad. Dejas clara la subjetividad a la que hay que arriesgarse.
Hola, Rafael, gracias por tu comentario. Un editing es un proceso en el que la honestidad debe ser una constante desde todas las partes implicadas, de ahí que a ningún editor consciente de lo que significa su trabajo le duelan prendas en reconocer que es un proceso subjetivo. Para mí lo más importante es dar siempre el 100% de mis capacidades y que mis autores nunca puedan decir que no los he tratado con la profesionalidad que requerían. Un abrazo.
La mayoría de escritores amateur pensamos que nuestra obra será superior al Quijote. Reconozco que pensaba que el talento y la fluidez de una obra bastaban. Hoy estoy convencido que necesitamos eliminar errores que nos pasan desapercibimos. Lamentablemente, en España y otros países cobran en euros, esto dificulta un poco el pago. Un euro en México equivale a 28 pesos m/n. Sin embargo, todo cuesta en esta vida. Si quiero ofrecer algo digno y va de por medio mi nombre tengo que apostar a mi obra. Un post interesante como todos los que he leído de ti. Bendiciones y mucha luz.
Hola, José, es importante eso que dices, pulir hasta el máximo los libros, con la ayuda de los profesionales que se requieran, porque —como no me canso de decir— la literatura es un arte colectivo. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.
En los caminos, hay luz. Tu post, ha sido una lumbrera para mí. Creo ser de esos juguetones que espera lograr prodigios; lejos de eso, con 26 años, soy un pequeñisimo aprendiz de escritor, que, irónicamente, no guarda gusto por la lectura y aún así sueña con alcanzar un lugar junto a Tolkien. Tu post, es una cucharada de verdad que induce a volver a la tierra. De una forma dulce, nos recuerdas que, para lograr transmitir esa historia con pasión, no bastan dos ojos y una boca.
Espero algún día cumplir mi meta: un editor y aunque sea, un lector tan satisfecho como yo!
Un abrazo!
Hola, Leonardo, me alegro mucho de haber causado ese efecto en ti. Solo te añado un apunte, sin lectura, no hay escritura. Serías la excepción que confirma la regla, si no andas los caminos que otros han iniciado antes es complicado aprender todas las técnicas que se necesitan (casi infinitas) para saber cómo utilizar el lenguaje de manera que solo con palabras seas capaz de crear un universo. Algo muy complicado, sobre todo, si quieres hacerlo con cierta soltura y eficiencia. Ánimo y a por ello. Un abrazo y mil gracias por tus palabras, me sirven de aliciente para seguir escribiendo sobre narrativa. UN abrazo y mucho ánimo.