9 consejos para escribir ciencia ficción
Después de mi particular repaso a la historia de la ciencia ficción, ahora me gustaría dar algunos consejos sobre la escritura de este apasionante género.
9 claves para escribir ciencia ficción
Lo primero que me gustaría decir es que yo no creo que haya géneros, sino que más bien hay historias. Me parece un error que alguien se diga: «voy a escribir una historia de ciencia ficción», ya que, desde mi punto de vista, lo que se tiene es una historia que se quiere contar, y esta es la que nos va a demandar un género u otro dependiendo de sus características.
La ciencia ficción, como vimos en el artículo anterior, tampoco tiene que ver necesariamente con naves espaciales o conflictos planetarios. Hay una ciencia ficción más íntima, sencilla e incluso humana. Un ejemplo de esto sería la novela corta 36, de Nieves Delgado, en la que se plantea el «nacimiento» de una inteligencia artificial que se cuestiona su mundo, su identidad e incluso su sexualidad.
1. ¿Ciencia ficción dura o blanda?
El primer consejo que te puedo dar para escribir ciencia ficción es que debes tener claro cómo vas a enfocarla. Su tratamiento dependerá de nuestros conocimientos, ya que si no somos científicos y queremos ambientar nuestra historia en el espacio (con todo lo que eso conlleva), lo mejor será suspender la incredulidad del lector y anteponer el desarrollo de la trama a la verosimilitud de la misma. Al lector no le importará que no seamos rigurosos siempre que no finjamos serlo.
2. El tiempo en la ciencia ficción
El tiempo, sobre todo en la ciencia ficción, será muy importante a la hora de configurar nuestra historia. Parece que la ciencia ficción siempre tenga que estar situada en un futuro lejano, pero podemos ambientarla en un pasado prehumano, especulado sobre el origen de nuestra civilización o el de una especie alienígena, o en un futuro próximo, reflexionando sobre temas de actualidad como el cambio climático, las consecuencias de la tecnología o, como hemos ejemplificado arriba, el desarrollo de la inteligencia artificial o la robótica.
3. El espacio en la ciencia ficción
Una de las características de la ciencia ficción es que nos da total libertad a la hora de localizar nuestra historia. Su carácter especulativo nos permite imaginar planetas, sistemas, galaxias… e incluso universos y dimensiones. Por supuesto podemos ambientar nuestra historia en la Tierra, lo cual nos facilitará mucho el trabajo, ya que tan solo tendremos que proyectar nuestra sociedad en el tiempo, pero si queremos salir de nuestro planeta, podremos construir un universo a nuestra medida. ¿Que queremos visitar otros planetas? Pues ¿por qué no olvidarnos del aspecto marciano y crear junglas, desiertos, estepas…? Y ¿por qué no ir más allá y tratar de abstraernos de lo conocido para concebir algo nuevo? Al fin y al cabo, si en la Tierra hay tal cantidad de contrastes y formas de vida, ¿qué no puede haber ahí fuera?
4. Ciencia ficción intergénero
La ciencia ficción, al final, no es más que el disfraz del que revestimos a nuestra historia. Tu historia puede tener romance, humor, drama… solo que con ciertos elementos que la definen y diferencian. La ciencia ficción, además, no es un género absoluto. ¿Si construyo una historia de terror ambientada dentro de cinco años estaré escribiendo ciencia ficción? Sí y no. Dependerá de los elementos científicos y del nivel de especulación que incluyas. O dependerá, sencillamente, de la opinión de cada lector. Lo que para uno es ciencia ficción puede no serlo para otro, y viceversa. La ciencia ficción tampoco tiene que ser necesariamente futurista. Podemos tratar una civilización en ciernes, atrasada evolutivamente; escribir un wéstern con pistolas láser en vez de revólveres, o pergeñar una novela negra con sutiles pinceladas tecnológicas.
5. ¿Cómo obtener la inspiración?
Todos los medios son susceptibles de tocar la ciencia ficción en mayor o menor medida. Desde la literatura al cine pasando por cualquier forma de arte; el cómic, la música, la ilustración e incluso el arte urbano (el artista valenciano Deih utiliza el ciberpunk como inspiración para sus murales). Eso sí, tendremos que tener en cuenta qué tipo de ciencia ficción queremos desarrollar para acudir a las fuentes oportunas, por mucho que podamos obtener inspiración de todo aquello que seamos capaces de interiorizar.
6. La ciencia ficción en el cine
Como ya repasamos las principales obras literarias, esta vez quiero hacer una pequeña clasificación cinematográfica. Si nuestra escritura tiende hacia la ciencia ficción dura, podemos encontrar inspiración en películas como 2001: una odisea del espacio (1968), de Kubrick. Si, por el contrario, nos seduce más la space opera y el romance planetario, sagas como Star Wars ejemplifican a la perfección el viaje del héroe o las intrigas propias de un imperio galáctico. Pero no hay que olvidar que películas como E.T., el extraterrestre (1982), Parque Jurásico (1993) o Matrix (1999) también son ciencia ficción… ¿o no?
7. Ciencia ficción «de autor»
Respecto a la ciencia ficción «de autor», Primer (2004) reflexiona sobre los viajes en el tiempo, Coherence (2013) sobre universos paralelos, Ex machina (2015) sobre la inteligencia artificial, La llegada (2016) sobre la comunicación con una civilización alienígena, o la superproducción Interestelar (2014) sobre astrofísica, relatividad, mecánica cuántica… Como veis, sea cual sea vuestra rama, siempre hay fuentes de inspiración en el medio audiovisual.
Pero la inspiración no solo se encuentra en el cine, ya que, por fortuna, hoy en día hay a nuestra disposición toda clase de videojuegos, documentales, obras divulgativas, publicaciones científicas…
8. Personajes en la ciencia ficción
Los personajes son claves a la hora de configurar nuestro mundo, y la ciencia ficción, como la fantasía, nos permite inventar diferentes especies pertenecientes a otras civilizaciones. Antes de crear nuestros alienígenas, sin embargo, tendremos que pensar en cómo han evolucionado, cuáles son sus convencionalismos sociales, en qué consiste su relación con la humanidad… e incluso cómo se comunican. Nadie nos asegura que las especies alienígenas tengan órganos bocales, un aspecto humanoide o sean seres físicos como nosotros. Pueden pertenecer a otra dimensión, no ser percibidos mediante los sentidos, no tener una bioquímica basada en el carbono o no ser biológicos en absoluto.
9. Cifi para todos
La novena clave es que la ciencia ficción está al alcance de todos. Aunque nunca lo hayas intentado, aunque no te sientas cómodo, quizá tengas una historia en la cabeza que pueda mejorar si te la llevas al futuro, o lejos de la Tierra. Ni siquiera tienes por qué ser riguroso, y menos para empezar. Rellena con la imaginación los huecos del conocimiento y cuenta lo que tengas que contar. Siempre estarás a tiempo de volver a tu historia para revisarla, documentarte o sacarte un máster en Astrofísica.
Podría alargar este pequeño texto hasta el infinito, porque infinito es el universo (o en continua expansión, por lo menos), pero… ¿para qué seguirme leyendo cuando puedes empezar a crear tu propio universo?
Tomé el twit compartido por Ana Bolox y me ha encantado.
Gracias, Marcela, me alegro mucho 🙂