Escenas en una novela. Qué son, cómo crearlas, funciones y principales errores
Una novela se compone de x escenas, algunos dicen que 5 o 30, 60 o hasta 100, nadie se pone de acuerdo en la cantidad. Tratarlas bien es de vital importancia para que el lector disfrute de un libro.
Escenas en una novela: claves para usarlas bien
Las escenas de un libro son los saltos que va dando el autor en la historia que quiere contar. Cómo se hagan y qué muestran es una de las claves de la buena escritura. Voy a ver si soy capaz de explicar lo esencial de una manera clara y lo más sencilla posible.
Qué es una escena
Es una acción que sucede en un tiempo y un espacio determinados. Los personajes que participen pueden recordar o aventurar, pero la coordenada espacio-tiempo debe ser constante.
Cuántas escenas tiene un libro
Como decía al principio, en este sentido tienes total libertad, pueden ser muchas o pocas, eso sí, debe tener las que necesite la trama para sostenerse, ni más ni menos. Saber cuántas son las justas y esenciales es una de las claves para dominar este arte.
Para qué sirve
Dar información relevante que necesita saber el lector para entender y sacarle todo el partido posible a la historia; mostrar al personaje/s, definirlo/s y hacer que la trama avance, que esto último no significa que evolucione tal y como entiende el lector que tiene que evolucionar, sino como quiere el autor que lo haga. Es decir, si se ha hecho una buena escaleta, el escritor sabrá que en un momento determinado tiene que crear una escena para engañar bien al lector y hacerle pensar de la manera que a él le convenga, ahí hay una escena.
Estructura de un libro
Generalmente, es como una novela en pequeñito, todas deben contener una minitrama dentro, aunque no siempre haya un desenlace en esa misma escena. La estructura clásica te puede servir para crearlas: inicio, nudo y desenlace. Aunque no hay que dejarse llevar por las rigideces. La literatura es libertad. Así que con que tengas en cuenta que tienes que dar información esencial, pesada y medida, es más que suficiente para que puedas hacer buenas escenas.
Cómo saber que una escena es necesaria
¿Sobra? Responde a esta pregunta. Si la quitas, ¿se desmonta la historia? ¿Le falta a tu novela algún detalle imprescindible sin esa escena? En caso de que la respuesta sea negativa, la escena sobra definitivamente. No sabemos cuántas escenas debe tener un libro, pero seguro que solo debe tener las precisas, esenciales y necesarias, para contar bien lo que quieras. Cada historia tiene un número determinado de escenas, ni una más.
Qué ha de tener
Información importante, indispensable y a su debido tiempo. Mostrarnos al personaje en su esplendor para que lo conozca mucho mejor el lector. No hay que describirlo hay que enseñarlo. Deja al lector que se forje su opinión sobre él. Describir al personaje como dinámico y mostrarlo luego hecho una seta, es uno de los errores más comunes. No es necesario que digas cómo es tu personaje, déjale que viva las escenas, elige bien qué quieres mostrar de él. Deja que se engañe y engañe a otros personajes y que el lector sea el único testigo de ello. Eso es lo que tiene que tener una buena escena.
Errores comunes
- Aburrir al personal: Juanito habla del tiempo con Manolito. Fin de la escena. Tiro en la frente al lector. Cierre definitivo de libro. Quema lenta y dolorosa. Piénsalo. ¿Para qué quieres mostrar al personaje hablando del tiempo, por Dios bendito? Este error demuestra varias cosas y todas nefastas. Solo explico dos que ya es bastante:
- Si entre las escenas escogidas con cuentagotas de una historia interesante (que es la primera premisa sobre la que se basa toda novela) hay una o varias (a veces todas) de estas, la novela es una patata.
- El autor no tiene ni idea que cómo hacerlo y piensa que tiene que darle aire al lector. Mejor regálale un abanico en vez de un marcapáginas. Los diálogos dan aire, el justito, pero meter a tu héroe rutilante hablando de que ayer se bebió un vaso de agua y comió atún, si esta información no es extremadamente importante para la trama, es defenestrar al muchacho. O, peor, hablando con otro y que la conversación sea un chorizo largo e intragable de vales, hasta luego, hola, qué tal, cómo estás, estoy bien, sí, no…
- Cortar escenas para que el lector tenga que seguir leyendo. Uno de los peores errores. Un truco malo, malísimo, que habla peor del autor. Torticero y que dice muy poco de su ingenio. Un buen escritor debe saber cómo mantener el interés sobre la trama y los personajes sin tener que recurrir a recursos poco limpios con el lector. Hacer esto es subestimarlo. Te va a pillar y no vas a conseguir nada de lo que te propones. Aun así, hay obras, de las pintureras, y no quiero señalar a nadie, en las que la trama se fundamenta en este truco. Patético. En serio, no lo hagas nunca. Una escena comienza y se acaba. Que no se resuelva todo lo que contiene no significa que la cortes para terminar el capítulo y la continúes con la resolución en el siguiente. No tiene sentido. Y el terror llega cuando en una novela de tramas paralelas, se hace eso en todas las escenas finales. Muerte y destrucción.
- No saber enlazarlas. Una novela es una lectura continua, aunque, en términos generales, tenga divisiones (capítulos) y subdivisiones (escenas). Y no siempre. Todo debe fluir. Para que eso suceda de una escena a otra debe haber algún tipo de pegamento que permita al lector pasar de una a otra casi sin darse cuenta. Para ello hay que saber tratar bien las variables de las que se dispone: tiempo, espacio y personajes. Hacer referencias a ellos es fundamental para poder saltar de una escena a otra. Si tenéis dificultades en este sentido, leed Como agua para chocolate, Esquivel lo hace de maravilla. Una bandeja de plata sirve para hacer saltos vertiginosos en el tiempo y cambiar hasta de personajes. Magia pura.
Y hasta aquí mi disertación sobre cómo debe ser una buena escena. ¿Cómo las haces tú? Cuéntamelo, anda. ¡Hasta la semana que viene! 🙂
Muchas gracias por el artículo. Voy a empezar a poner en práctica tus consejos.
Cuánto me alegro, no te olvides de contarme cómo te va. Un abrazo y mucho ánimo 🙂
Muy buen artículo. Es cierto que, generalmente, parece que los escritores dan más importancia a aspectos más globales (como el argumento o la secuencia temporal) sin pararse a definir cada una de las unidades más pequeñas.
Las escenas son el elemento clave para que una novela vaya desarrollándose con fluidez, como tú bien apuntas.
De hecho, el secreto de una buena transición no solo se encuentra en cómo se plantee la nueva escena, sino también en cómo se termina la anterior, para conseguir que el lector comprenda que una escena ha terminado antes de cambiar a la siguiente.
Se trata de construir una unidad narrativa con significado propio. Incluso si optas por dejar el final de esa escena para más adelante con el fin de jugar con la tensión y el deseo del lector de adelantarse a lo que cree que ocurrirá.
Es un tema muy interesante que seguro que daría para más de un (y dos, y tres…) artículo.
Un saludo
Muchas gracias, me alegro que os haya gustado el artículo.
Sí, hay mucho que escribir sobre las escenas, son la clave del funcionamiento de una novela y todas deben cumplir más de una función dentro de la trama. así que darían para un libro bien gordo 🙂 Respecto a dejarlas incompletas para jugar con el lector,creo que hay que tener mucho cuidado con eso. Saber hacerlo muy bien para que no te pille el lector, porque se nota desde lejos en la mayoría de los casos. Al lector no le gusta saber que están jugando con él. Se desmonta la magia y todo el entramado de confianza que el autor ha creado entorno a él. Precisamente por eso, creo que si la trama está bien hecha y las escenas son redondas, el lector leerá sin necesidad de jugar con él. Obviamente, una trama bien hecha tiene Intriga, tensión o ritmo. Elementos que se consiguen sabiendo cómo tratar cada una de las escenas sin que el lector te pille, teniendo unos personajes redondos y una trama bien armada, entre otras muchas variables. No acabar escenas, uff, es que habéis dado con uno de mis talones de Aquiles, como lectora es una de las peores cosas que me puedo encontrar en un libro. Me da igual de quién sea o qué me cuente o lo mucho que me estuviera gustando. Si me encuentro una escena incompleta para jugar conmigo, la pillo y cierro el libro. Una buena novela crea adicción sin necesidad de este tipo de recursos, bajo mi humilde opinión. También se puede dar el caso de que no te pille. 😉 En literatura puedes hacer cualquier cosa siempre que se haga bien y que la experiencia lectora sea una delicia 🙂
Me gustó tus sugerencias, precisas y al grano.
Me gustaría recibir información.
Hola, Francisco, cuéntame sobre qué necesitas más información y estaré encantada de ofrecértela. Puedes escribirme un correo a proyectos@eltinteroeditorial.com. Gracias por tu comentario.