Escritor fantasma: por qué serlo y cómo encontrarlo
Escritor fantasma o ghostwriter. Alguien que tiene facilidad para escribir bien y decide poner sus conocimientos al servicio de otras personas e historias.
Cómo contratar a un ghostwriter
Antes de hablar de cómo contratarlo, me centraré en por qué serlo y cómo encontrar al escritor fantasma perfecto para ti; en los diferentes tipos que hay y en las claves que harán que aciertes en tu decisión.
Soy editora, ayudo a escritores a mejorar sus obras, y tengo que reconocer que otras veces escribo libros que luego no se publican con mi firma.
Al principio, lo hacía porque es una manera de probar tus capacidades, de perder el miedo al vacío que supone publicar algo y que todo el mundo sepa que has sido tú la responsable de aquella obra. Eso da mucho vértigo. Cuando escribes en nombre de otras personas, ese miedo desaparece.
El caso es que cuando vi que aquello se leía divinamente y la gente alucinaba con la historia, comencé a pensar en que, tal vez, debería lanzarme a escribir obras propias y firmarlas. Y también le cogí el gusto a hacerlo para otros.
Razones para ser un escritor fantasma
Estas son las mías y en este orden. Seguro que hay otras muy diferentes:
- Me encanta proyectar historias, innovar, crear personajes o configurar escenas desde parámetros que no son los míos. Adaptarme a diferentes tonos impuestos es un reto maravilloso y un ejercicio ideal para ser editora.
- Ni te cuento lo que me gusta meterme en la mente de otra persona, ser capaz de diseñar esos momentos tan importantes (para él o ella) y que encima los sienta suyos cuando los lea. Es indescriptible. Y si encima la obra encanta a los lectores, la hazaña es completa.
- Además, no trabajo para todo el mundo que me lo pide, solo para aquellas personas que siento que lo necesitan de verdad. Poner a su servicio mi saber hacer, me hace sentirme muy bien.
- Y, por supuesto, porque me pagan.
Estas razones son suficientes para mí como incentivo para seguir haciendo este trabajo.
Las personas que me contratan, en general, lo que buscan es ver su historia reflejada en un libro de la mejor manera posible y que encuentre a sus lectores potenciales.
Y lo que a mí me interesa es contar historias para que el lector disfrute mucho con ellas, nada más. Que mi nombre no esté ahí no es importante.
Diferentes tipos de ghostwriter
El caso es que aunque sea una figura que está en la sombra, no es complicado encontrar a escritores fantasma. En realidad, creo que casi todas las personas que se dedican a la edición, lo han hecho en algún momento de su vida, es como un paso natural.
En mi caso, a veces, he escrito novelas para contar la vida de otras personas que querían tener un libro con sus hazañas o una historia que tenían en la cabeza.
Otras, alguien tiene complicaciones para terminar su obra, por muchas razones, y necesita a otra persona que sepa adaptarse a su tono y estilo para acabar la historia, bajos sus instrucciones y claves.
También, he creado textos para otros profesionales, páginas web, campañas publicitarias e, incluso, catálogos para artistas que necesitaban comunicar bien su obra.
Y he escrito ensayos de sagas familiares o de empresas centenarias. El último ha sido un trabajo de años, muy exhaustivo, que en breve verá la luz y que sí firmaré con mi nombre.
Lo que quiero decir con estos ejemplos es que no siempre se establecen las mismas reglas en todos los trabajos que te encargan que escribas.
Además, nunca aparezco como algo que no he hecho, es decir, si no he sido la editora, no aparezco como editora, por razones obvias.
Y el trabajo queda sellado cuando mandas tu primer texto y el cliente ve que has dado en el clavo. A partir de ese momento todo va sobre ruedas.
Cómo elegir a un escritor fantasma
De manera que si estás pensando en buscar a un profesional que escriba esa historia que te mueres por contar, ponte a ello. Lo único que debe preocuparte es elegir bien. Porque en estos casos es crucial saber escoger a la persona adecuada.
Escribir para otros también supone poner el alma en ese texto y hacerlo lo mejor posible para que esa persona alcance sus objetivos y se sienta orgullosa de esa obra.
En este tipo de trabajos es complicado encontrar a la persona ideal porque no siempre es fácil certificar los trabajos previos, así que es necesario tener ciertas garantías antes de decidirse.
Por otro lado, se puede pensar que se rompe una de las reglas de la literatura: no se puede escribir bien, si no sale de las tripas.
En este caso, ese profesional debe tener el don (aprendido o de serie) de sentir lo que tú sientes. Además, tiene un método para conseguirlo y le sale bien. Lo sé por experiencia.
De manera que vamos con las nociones fundamentales para que puedas escoger con conocimiento de causa.
Transparencia
Esto es fundamental. Todo debe ser claro, desde el primer momento. Es una decisión muy delicada.
Preparación
El profesional debe acreditar una formación específica, aunque no pueda decirte qué libros ha escrito, debe tener obra propia y/o una reputada experiencia en escritura que, de alguna manera, certifique su saber hacer.
No solo es importante que escriba bien, sino que sepa adaptarse a lo que quieres. Es fundamental que el estilo y el tono cuadre con lo que buscas.
Y, en todo caso, puede enviarte muestras sin compromiso.
Método propio
Alguien con experiencia en la escritura, tendrá un método propio de trabajo y será muy fácil seguir el proceso que te vaya marcando.
Cada tipo de historia o de libro requiere unos procesos diferenciados que se adaptan a lo que se quiere conseguir.
Por otro lado, debe hacer una estructura previa en la que puedas ver cómo va a organizar la historia (o la información) de la mejor manera posible. También es importante que sepa justificar por qué lo va a hacer así.
En estos casos, no sirve la brújula y es fundamental hacer un buen planning con todos los detalles donde se pueda comprobar que lo programado encaja con lo que quieres contar.
Así mismo, es básico enviar muestras continuas y periódicas (yo lo hago con cada capítulo o parte de la obra, dependiendo de lo que me pidan o veamos que es lo más conveniente). Desde el inicio al final.
Tiempos
Además de una estructura, debes recibir los tiempos que acotarán el proceso.
Cuando escribes un libro esto es muy relativo, pero un profesional tiene muy claro cuanto tiempo le va a llevar hacerlo y no suele equivocarse.
Así que no hay problema en hacer una previsión exhaustiva del proceso.
Presupuesto
Este es otro factor clave. Contratar los servicios de un escritor, si es bueno, no va a ser low cost, no digo que sea prohibitivo, pero desde luego escribir un libro y hacerlo bien es algo muy delicado y que requiere de mucho esfuerzo y dedicación.
En este caso (y en casi todo lo relacionados con la escritura), no deberías regirte por el presupuesto más bajo, sino por el que más garantías te ofrezca y más justo sea con todas las partes. Aunque tengas que esperar un año más para hacerlo.
Si te dejas llevar por el precio, lo mismo nunca te atreves a enseñar aquello.
Y es que nadie en sus cabales será capaz de ofertar tamaña gesta a un precio por debajo de su coste.
Plantea tus propios requisitos
Estas son las condiciones que, bajo mi punto de vista, debe cumplir un buen profesional que se dedique a escribir para otros, seguro que tú tienes otros puntos que añadir a la lista y estaré encantada de anotarlos aquí, si me los cuentas.
En resumen, si buscas la ayuda de un escritor de estas características, debes tener todas las garantías de que el proyecto llegará a buen puerto.
Y no perder de vista que es un proceso delicado que supone una inversión ajustada al resultado que buscas.
La verdad es que poco se habla del escritor fantasma. Yo siempre lo he asociado a famosos que, de pronto, publican una obra, pero con los ejemplos que has puesto resulta evidente que hay muchos en este mundillo. Y es que, tal como lo expresas, son una figura necesaria para aquellas personas que tienen una idea o un proyecto en mente, pero las letras no son su fuerte. ¡Gracias por acercarnos la figura de los ghostwriter!
Hola, de nada, es un trabajo que me encanta, aunque sea bastante incomprendido. Mucha gente piensa que es complicado pensar que tal vez esa obra va a triunfar y nadie sabrá que es tuya. Esa es una barrera para muchos escritores, pero yo no pienso así porque en realidad no soy escritora, soy editora. Mi papel es ayudar a otros a mejorar sus obras, desde todos los puntos de vista. A veces, la maravilla de una obra es cómo la tiene el autor en la cabeza y saber interpretarla para que otros la puedan ver así. En ese sentido, yo soy un medio. Y es lo que me gusta hacer. Lo puedo hacer de la mejor manera posible porque escribir se me da muy bien, pero no me veo dedicándome a ello para mí, no sé cómo explicarlo. Yo adoro ser editora. Ay, que me extiendo demasiado, mil gracias por tu comentario. Un abrazo.
Estoy retocando una novela que escribi cuando mi padre falleció. La situo paralelamente a su vida, sus padres, pensando el ello pero cambiando nombres y lugares e inventando secuencias.
¿Qué me sugieres?
Hola, Paco, así sin saber nada más de la obra, me cuesta sugerirte algo que te pueda ayudar. En realidad, debes plasmar la idea que tengas en tu cabeza de la manera más fiel posible. Mucho ánimo con ello. Un abrazo.
Yo ya he contratado este servicio contigo, la corrección de uno de mis libros, y salí muy contento con el trabajo que me hiciste. No solo por lo que mejoró la novela con la corrección, más aún, por lo que aprendí yo como escritor.
Hola, Alejandro, lo que hicimos fue un editing, el libro ya estaba escrito por ti. Y fue un placer acompañarte en ese viaje. Un abrazo enorme y mil gracias por el comentario. Así da gusto trabajar. Te mando un abrazo enorme.
Me encantó toda la explicación. Tengo 77 años y me gustaría expresar lo vivido desde muy niña, dado que llegue a esta tierra con apenas 5 años. Nací en Italia. Quisiera comunicarme con usted y ver si se puede plasmar mi historia.
Hola, mándame tu teléfono a través del correo electrónico proyectos@eltinteroeditorial.com y hablamos. Besos y gracias por el comentario. Un abrazo
Cuando yo me dedicaba a escribir para otros nos llamaban «negros».
Es otra forma de llamarlo, sin duda.
Hola, gusto en saludarte, Yolanda.
Hace un tiempo leí que cuando busques un libro, de ciertas características, y no lo encuentres por ningún lado, ese libro lo debes escribir tú. Así de sencillo, la obra te elige para que lo escribas. El título o el personaje te llaman. Sé por experiencias, de amigos, que quien manda escribir un libro o memorias, es porque se les dificulta hacerlo. Actores, cantantes, deportistas, políticos, empresarios, o gente del pueblo que piensa que su vida es interesante. No siempre es así, claro, y la mejor sugerencia es que lo hagan ellos mismos, aunque el libro no sea una maravilla. Aquí entra en juego el trabajo del corrector.Y eso de esconderse en un seudónimo, ¿no será más bien temor al fracaso o ridículo? Uno debe aprender aceptar sus errores y fracasos. Y solo hay 2 opciones: te hunden o te superan.
Ahora bien, es un hecho que un primer libro no siempre sale como quisiéramos, aunque haya tablas y preparación. Dicen que «la práctica hace al maestro». Estoy seguro que los escritores más renombrados han probado el fracaso y frustración. Todo tiene su recompensa, si el libro es bueno y ayuda a los demás, en algún momento será valorado. Todo aprendiz de escribano debe atreverse. Adquirir técnicas y leer y escribir como poseídos.
Es mi punto de vista. Gracias por compartir experiencias. Un abrazo.
Hola, está claro que quién mejor escribe vivencias es aquel que las ha vivido, pero no siempre se tiene la técnica ni el tiempo para hacerlo de manera que sí o sí le interese al lector, por eso, los escritores fantasma trabajamos. A mí me encanta meterme en la mente de alguien y contar lo que ha vivido y/o soñado. Y, sobre todo, me encanta que luego esa persona lea lo que escribo y se sienta reflejada mejor que si lo hubiera escrito de su puño y letra. Es una sensación fabulosa que crea adicción. Además, de ser una parte de mi trabajo, claro.
Gracias por tu opinión. Un abrazo.