11 etapas para corregir un libro. ¡Qué pesados con la ortografía!
¿Existen diferentes etapas para corregir un libro? Por supuesto que sí. Vamos a repasarlas y deja de darle vueltas a la ortografía.
Puntos esenciales para corregir un libro
Corregir tu propia obra es, creo que lo he dicho mil veces, imposible. Aún así debes hacerlo al menos en ocho ocasiones, en diferentes capas del texto, para que puedas decir que has hecho todo lo que podías por tu obra.
Corrección ortográfica. La última capa
Deja de obsesionarte con la ortografía, puedes cometer errores mucho más peligrosos. Y la única manera de que tu libro no tenga errores ortográficos y de estilo es contratar a un corrector profesional.
Nadie, ni aunque tenga la RAE grabada a fuego en su cabeza, puede corregirse en este sentido a sí mismo. ¿Sabes cuántas revisiones de media tienen mis artículos? Alrededor de unas diez. Y seguro que encuentras algo que no está en su sitio. Si lo hubiera corregido alguien que no soy yo, también encontrarías algo.
Porque esa es otra, todos los libros, por muy corregidos que estén tienen alguna coma despistada o un error en los verbos o cualquier otra errata que en algunos casos podría causarle la muerte instantánea a algún académico. Es así.
Al margen de los errores vitales, tipo confundir la b y la v; escribir con corrección ortográfica es casi imposible. Son demasiadas reglas, demasiado difusas en muchos casos. Y, sobre todo. cuando escribes estás pendiente de otras variables que no son tan fáciles de corregir y que si fallan en un libro lo defenestran mucho más que un acento mal puesto o inexistente.
La ortografía es la última capa que debes supervisar de tu libro. Lo esencial cuando estás escribiendo, y en las siguientes correcciones, es constatar que personajes, trama, secundarios, datos prioritarios, escenas, diálogos, descripciones y todos los hilos que lo recorren estén en su sitio y sean lo más fieles posible a la historia que tienes en la cabeza.
La obsesión que tienen algunas personas con las faltas de ortografía no es normal, leen buscando los errores de los demás, en vez de centrarse en lo importante. Y es que he visto llamas en las redes por la coma del vocativo, que sí, daña a los ojos, pero no es para tanto.
En un mundo rápido, donde escribimos en cualquier situación o lugar, con teclados ínfimos, predictivos (que son de todo menos eso) y sin pensar mucho, es lógico que ocurran esas cosas y no pasa nada. Seguramente, esa persona sabe que el vocativo lleva coma… Bueno, a lo mejor no, pero tampoco pasa nada. Esa no es razón para hacer escarnio público, vamos, digo yo.
Creo que es más importante lo que la gente tenga en la cabeza que el estrato más superficial de la forma de expresarlo. Y con esto no estoy diciendo que nos saltemos a la torera la normativa lingüística, ni en sueños. Yo soy la primera que me obsesiona el tema. Creo que un escritor debe tener claras las reglas ortográficas y la RAE abierta por defecto. Entre otras cosas porque las comas, por ejemplo, cambian el sentido de las frases y no vas a poder expresar bien lo que quieres sin estos conocimientos.
Así que este artículo solo es para poner las cosas en su sitio, siempre bajo mi forma de ponerlas en su sitio. La subjetividad es inevitable, pero como este es mi blog y tengo derecho al pataleo, pues, de vez en cuando, me desgañito.
Tres capas diferenciadas
Antes de ver las diferentes etapas por las que tienes que pasar para corregir un libro (y para que no me digas que soy una exagerada), vamos a hacer un recorrido por las diferentes propiedades que tiene un texto.
Es fundamental conocer, aunque sea de pasada, sus características para después poder recorrer los diferentes estadios de la corrección.
Un libro tiene muchos estratos que vienen determinados por sus propiedades. Dependiendo del estudioso de la lengua que las perfile (Cassany, Dressler, Beaugrande, Marín y un largo etcétera), estas varían, así que he buscado una clasificación que englobe al menos las más importantes:
- Intencionalidad (el autor tiene unas intenciones determinadas).
- Aceptabilidad (el lector debe entender y disfrutar ese texto).
- Informatividad (siempre debe contener algo nuevo e interesante).
- Situacionalidad (alude a la pertinencia del texto y al imaginario colectivo).
- Intertextualidad (se refiere al diálogo que establece tu libro con otros).
- Adecuación (remite al registro utilizado y a la variedad lingüística. Significa elegir de entre todas las posibilidades que te ofrece la lengua en la que escribes aquellas que se adecúan mejor a lo que quieres contar).
- Gramatical o corrección (apunta al nivel macroestructural. A las reglas del sistema de la lengua que debe respetar en todo momento).
- Estilística (se refiere a la capacidad expresiva del texto. A los recursos estilísticos o retóricos que utilizas y a la precisión del lenguaje).
- Cohesión (todos los mecanismos que sirven para conectar las diferentes partes de un texto).
- Coherencia (está relacionada con el nivel más profundo del texto y su sentido. Tiene una parte semántica, dada por las ideas que contiene un libro; y pragmática, porque es el lector es el que tiene que procesar ese sentido en el exterior).
Teniendo esto en cuenta, yo he hecho mi particular síntesis (que es vox populi, por otro lado), para que podamos entendernos:
- El núcleo: es su contenido. El universo que quiere transmitir el autor.
- Capa intermedia: tiene que ver con la manera de contarlo.
- Capa exterior: es el código que se utiliza para hacerlo, dentro de una normativa lingüística.
Corregir todas estas capas a la vez es una locura máxima. Un editor no puede corregir también la ortografía ni el estilo; ni siquiera en tiempos diferentes. Y ya ni te cuento si te venden que lo hacen todo a la vez. Por mucho que nos esforcemos, el cerebro de un editor no tiene superpoderes. Si lo hace todo a la vez, será una catástrofe; entre otras cosas, porque solo por la ocurrencia denota que no tiene ni idea de lo que está haciendo.
Un libro se corrige comenzando por el núcleo hasta su capa más superficial; porque la parte más subterránea siempre tiene muchas más implicaciones. Si un personaje está mal construido, afectará a muchas partes de la novela y si ya has corregido ortográficamente, tendrás que volver a hacerlo. Al menos en las partes que acabas de cambiar.
Etapas para corregir un libro
Y ahora sí, creo que a estas alturas ya te habrás convencido que escribir y corregir un libro requiere de mucho tiempo y diferentes etapas. Vamos a por las once que a mí me parecen imprescindibles. Aunque pueden ser más, siempre dependiendo de la obra y el autor.
- Tienes la idea. Le das vueltas hasta que consideras que puedes tirar con ella.
- Buscas la manera de llevarla a la práctica:
- Documentación.
- Búsqueda de escenarios.
- Confección de personajes.
- Construcción de una estructura previa.
- Creación de estrategias para mostrar lo que realmente quieres.
- Proceso creativo
- Te pones a escribir como si no hubiera mañana para sacar todo lo que llevas dentro.
- 1ª Edición. Sacas las tijeras de podar.
- Todo lo que sobra, fuera. Busca la economía comunicativa en cada página.
- Comienzas a darle forma a las ideas y las escenas, a transformarlas, a pulirlas hasta que se parezcan cada vez más a lo que tienes en la cabeza.
- Cada vez que surja una duda: pregúntate por qué has hecho las cosas así, piensa si mejorarán haciéndolas de otra manera.
- 2ª Edición: buscas más imperfecciones.
- Ideas poco desarrolladas.
- Carga de profundidad de los personajes.
- Tramas perdidas.
- Inverosimilitudes e incoherencias a nivel básico.
- 3ª Edición.
- Seguimiento de la estructura.
- Equilibrio entre las tramas.
- Arco de los personajes.
- 4ª Edición. Te convierte en tu propio lector cero.
- ¿Cómo va a vivir el primer capítulo el lector?
- ¿Se introducirá fácilmente en la novela?
- ¿Empatizará con los personajes?
- ¿Se divertirá?
- Búsqueda de cuellos de botella en la fluidez
- 5ª Edición. Llegas a un punto en que sabes que no le puedes dar más a tu libro. Busca ayuda profesional.
- Edición profesional. Lo ideal es hacer un editing, sobre todo si eres novel. No solo mejorará tu forma de escribir, también aprenderás que hay mil maneras de crear una escena hasta conseguir adaptarla a lo que tú tienes exactamente en la cabeza. Es necesario porque hace un recorrido por las capas que sostienen la obra para potenciarlas. Ninguna otra revisión alcanzará a estas capas en profundidad ni te ofrecerá alternativas para solucionar esos errores.
- Lector cero. Aunque hagas un editing es fundamental que lo busques. Hay servicios de edición que ya lo tienen incorporado, pero en caso de que no sea así, será fundamental una segunda opinión. El editor cuando termina de trabajar contigo, está tan metido en la obra que no podrá ponerse en el papel del lector. Y ni te cuento si te saltas la edición, entonces es condición sine qua non. Asegúrate de que los pilares del libro se sostienen.
- Una solución intermedia entre un editing y un lector cero (aunque este último ya has visto que es esencial después) es buscar un informe de lectura o un análisis total de la obra. Hay diferentes variantes de este servicio y deberás informarte bien para que sea lo más completo posible.
- 6ª. Corrección de estilo propia. Enfréntate de nuevo a tu texto. Lee detenidamente buscando los errores de estilo.
- Frases mal construidas.
- Concordancias.
- Repeticiones.
- Economía comunicativa.
- Selección de palabras.
- 7ª. Corrección ortográfica propia. Pon especial atención en la puntuación y los acentos.
- 8ª. Corrección ortográfica y de estilo profesional.
- Imprescindible, no digo más.
Aquí he desarrollado las ocho correcciones esenciales de un libro, pero en realidad deberás estudiar bien tu proceso creativo y buscar cuáles son tus puntos negros para tenerlos muy en cuenta a la hora de corregir y hacer repasos centrándote en uno de ellos cada vez.
Si estás pensando que es una locura corregir ortográficamente la obra solo al final del libro, piensa que en cada uno de estas revisiones se va a pulir en este sentido, cada vez que la revises verás un montón de errores que vas a corregir y si contratas un profesional, aunque no se dedique a la ortografía y el estilo, también te va a corregir muchas erratas. Así que las últimas revisiones serán para perseguir hasta colocar en su sitio o defenestrar todas las comas del vocativo y demás elementos normativos, para que luego en las redes nadie pueda señalarte con el dedo mientras echa fuego por la boca.
Recomendaciones
Para terminar, solo unas pocas recomendaciones, sin las cuales me da la impresión de que este artículo no está completo.
Deja que pasen al menos quince días entre corrección y corrección cuando vayas a ser tú quien corrija. Es fundamental para poder ver tu texto con otros ojos y que tu cabeza encuentre los errores (aun así, como ya sabes, no los va a encontrar todos).
Muchos autores ven en la corrección lo más horroroso del mundo, pero es una gran oportunidad para aprender, mejorar y conocerse a sí mismo, además de potenciar la obra.
Si quieres dedicarte profesionalmente a escribir, no lo vas a conseguir si tus tramas son pobres o tus personajes se desmontan y pierden la credibilidad por el camino. Lo mismo sucede con el estilo y la ortografía. Necesitas aprender y ayuda profesional para conseguirlo. Siempre es así.
Si yo mañana me pusiera a escribir (estoy en ello), también necesitaría seguir todas estas etapas. Después de casi diez años como editora, y precisamente por eso, puede que incluso añadiera más etapas a la ecuación, pero nunca me arriesgaría a publicar un libro sin pasar por todos estos filtros.
Por último, decirte que no corras. Asegura cada paso. Es mejor esperar (porque no sea el momento, por la lista de espera del profesional que has elegido, porque tienes que ahorrar, que también… ) a sacar un libro que no transmita eso tan original y tuyo. Ahí reside la verdadera belleza de la literatura. Y para que el lector lo disfrute, deberás hacer todas estas ediciones (o más) que son fundamentales para que otros se internen con gusto en tu cabeza.
¿Cómo corriges tus libros? Piensa en ello y cuéntamelo.
¡Hasta la semana que viene!
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