Cómo escribir una gran novela negra: Pierre Lemaitre e Irène
Pierre Lemaitre vio publicada Irène, su primera novela, a los 56 años y entró en la literatura por la puerta grande. Brillante es la palabra que mejor describe esta obra de la que puedes aprender muchas cosas.
Pierre Lemaitre o cómo escribir una novela negra
¿Por qué he elegido Irène (Alfaguara), de Pierre Lemaitre? Me deslumbró, sencillamente. ¿Qué puedes aprender de este autor francés? Todo. Desde cómo iniciar tu novela a cómo terminarla.
Además, Lemaitre comenzó a escribir a una edad tardía y me encantó ese dato cuando lo descubrí porque es el ejemplo de que no importa cuándo te pongas a escribir, lo único fundamental es que lo hagas bien. Desde luego Lemaitre lo hace de maravilla.
Voy a ser todo lo breve que pueda, ya que lo único que quiero es no hacer spoiler y va a ser difícil. Mi intención es que al acabar de leer esto, corras a hacerte con ella y la leas sabiendo en qué te tienes que fijar, dependiendo de lo que necesites. Así de sencillo. Ya que en esta novela hay tanto que aprender que es mejor que seas tú quien decida qué se lleva de ella.
Trama 10
Pierre Lemaitre crea una trama perfecta, sin fisuras, sabe jugar al ratón y al gato con el lector de manera magistral.
Cuando descubres que es su primera novela, el asombro se vuelve de inmediato admiración absoluta.
En una novela negra, la clave de la trama está en saber cómo desgranar la investigación y dónde colocar cada uno de los miles de datos que van mostrando luz sobre la oscuridad.
En este caso, Lemaitre estudia cada paso desde todas las variables, ofreciéndole al lector una trama contundente, terrorífica, perfecta, en la que la tensión y el ritmo están estudiados al detalle. El resultado: deleite.
Y lo hace sin que el lector sea capaz de darse cuenta del juego, sin trampa ni cartón, con una prosa directa y rápida que todo lo muestra.
Los personajes, una de las claves
Irène tiene unos personajes que hacen saltar por los aires los clichés del género. Vivos, reales, potentes.
A la cabeza, nos encontramos a un protagonista/comisario indescriptible: Camille Verhoeven. Sin olvidar a los que lo acompañan.
Pierre Lemaitre presenta a sus personajes poco a poco pero sabiamente. Te cuenta de ellos lo que tienes que saber en cada momento para ir confeccionándolos en tu cabeza tal y como él necesita que lo hagas. Te sorprenden, apasionan, engañan y enamoran, todo a la vez.
El autor también pone mucho cuidado en los secundarios y, por supuesto, en el asesino, un juego de datos y de elipsis que encajan en la cabeza del lector a la perfección. Sin descripciones, solo con pinceladas que resultan el hilo necesario para definirlos inequívocamente.
Revisar cómo están presentados los personajes en este libro es una gran lección de maestría narrativa y no debes perderte ni un detalle.
Solo lo esencial
Equilibrio es la palabra clave. Todo en su justa medida. Terror, suspense, amor y humor.
Si quieres tener pericia en el multigénero y saber cómo tienes que combinar los sentimientos que debe despertar tu novela, esta es perfecta para aprender. Lemaitre mezcla de manera totalmente fluida los sentimientos que va despertando en el lector, con la medida justa. Te da lo que necesitas a casa paso.
Economía comunicativa. Nada sobra. Si está es porque es esencial. En este libro no puedes quitar nada, en caso de hacerlo la trama sufre, mucho.
Lemaitre sabe qué decir y cómo. Qué escenas elegir, cómo mostrar en cada momento lo que necesita. Estoy segura de que esta novela lleva infinidad horas de trabajo anterior, pensando y definiendo cómo organizar esta trama sin mácula.
Un homenaje a la literatura
Homenaje a los clásicos del género. Todas las novelas que se nombran son clásicos del género. Lemaitre muestra aquí su amor por la literatura, al mismo tiempo que ofrece una guía de posibles lecturas que no tiene precio. Empezando por el título de la revista donde Camille Verhoeven y el asesino (que se hace llamar «el novelista») se lanzan mensajes. Esta publicación se llama Noches blancas, una novela corta de Dostoievsky, en la que muchos ven el inicio de la novela negra moderna. Yo no estoy muy de acuerdo, pero bueno, tal vez tengo que repasarla desde esa nueva perspectiva. Puede ser que, en próximas semanas, me decida a destriparla para ti.
También hay múltiples referencias a clásicos del género que se van trufando en la trama de una manera deliciosa. Así que también te puede servir como un buen catálogo para repasar obras de Bret Easton Ellis, Émile Gaboriau o James Ellroy, por ejemplo, pero hay más.
Tampoco se puede olvidar que esta novela está impregnada de cine, todas las novelas de Lemaitre lo están, por ejemplo, en El vestido de novia, hace un gran homenaje a Hitchcock y en esta las referencias son constantes y la atmósfera es muy cinematográfica.
Opiniones sobre Pierre Lemaitre
Este autor es tan exacto cuando escribe, tan universal, que uno de los detalles por lo que se puede decir que es un clásico vivo es porque hay un gran consenso entorno a su obra. Cuando se escribe así es muy complicado encontrarle los tres pies al gato. Esa paz social en torno al autor se consigue con un trabajo tan pormenorizado como lo hace él.
Es el ejemplo perfecto para constatar que la literatura es seleccionar todo el tiempo. De hecho, un dato que nos revela hasta qué punto Lemaitre ha pensado hasta la última coma es cómo tituló esta novela: Travail soigné. Y es que se traduce en trabajo limpio y también puede ser cuidadoso o delicado; y en este caso, nunca mejor dicho.
Para terminar, decir que con Irène, Lemaitre hace suya la frase de «nunca es tarde, si la dicha es buena». Una maravillosa forma de animar a aquellos que piensan que por comenzar a escribir pasados los 30 no se puede llegar a ninguna parte o que las primeras obras nunca son buenas. Esta novela es la prueba de que en literatura lo importante no es el cuándo, sino el cómo.
Y lo mejor, es que Lemaitre comenzó tarde a escribir, pero es imparable. Así que cuando lo descubres, te frotas las manos porque aún te queda mucho que leer de él y eso siempre es una maravilla.
¡Hasta la semana que viene! 🙂
Si quieres saber qué te pueden enseñar Los perros negros, de Ian McEwan, pincha aquí.
Desde luego, has conseguido tu propósito! Ganas tengo de correr a leerla. Lo único que he leído hasta ahora de este autor es «Recursos inhumanos», y ha sido de las pocas novelas que he empezado últimamente y no he dejado a la mitad.
Una magnífica reseña, Yolanda.
Hola, Anna, mil gracias por tus palabras y me alegro infinito que te haya animado a leer esta novela. Es una pasada, uno de esos libros que… uff, no te digo más porque no puedo, cuando lo leas, hablamos. A por él. Un abrazo.