Cómo estructurar una novela y lanzar la brújula bien lejos
La estructura de la novela. ¿Todas la tienen, pero cómo se ha llegado hasta ella? Si eres de brújula, esta pregunta nunca habrá pasado por tu cabeza, pero créeme que vas a querer darte un golpe en la nuca cuando descubras que has perdido un tiempo precioso para buscar el norte en tus novelas. A las pruebas me remito, sigue leyendo, si te atreves.
Por qué hacer una estructura previa de tu novela
Vamos a comenzar por aquí. Si me sigues habitualmente, esto no te va a venir de nuevas. Es básico hacer una estructura previa de tu novela. Da igual el género que tenga. Ya sé que te da mucha pereza, que te gusta pensar que eres de brújula. Ay, alma de cántaro, pero si quieres que el resultado sea un todo coherente y cohesionado, va a ser complicado conseguirlo por ensalmo.
Que tu mente tenga la capacidad de viajar sola, sin mapas y como pollo sin cabeza, no significa que al lector le guste ese viaje. Piensa que en una novela, en cada capítulo, estás recogiendo hilos que vas dejando y tejiendo. Es una recapitulación infinita sin poder repetir ni una coma. A ver cómo haces eso sin mapa y de manera que el lector entienda la historia tan bien como las tienes en tu cabeza.
Dirás, pues yo lo hago. Ja. Si quieres que tus personajes tengan entidad y tus escenas coherencia interna y externa, debes recoger todos esos matices y hacer un todo continuo. La vida lo hace de maravilla y ella no tiene estructura previa, pero nosotros no somos dioses. Por eso, para emular la vida, una escena cotidiana, la que sea, necesitamos tener muy claro por dónde vamos.
Y otra de las razones de peso para hacer una estructura previa es que cuando vas con brújula, en muchas ocasiones, tú piensas que estás recogiendo toda esa información para hacer avanzar la trama, pero lo que en realidad haces es repetir datos y dar palos de ciego porque no tienes claro ni de dónde vienes ni a dónde vas.
Además, para más inri: si no tienes claro qué tienes que contar en esa novela, cómo vas a priorizar los datos, cómo sabes qué es lo primero que tienes que contar de esos personajes y de esa historia para que el lector quiera vivirla.
En fin, yo creo que con esto ya tienes suficientes motivos para ir buscando un mapa. Ahora me voy a centrar en los factores que determinan qué estructura debes elegir.
Partes de una novela. Claves de la estructura
La estructura de la novela es su esqueleto. A partir de ahí se va construyendo la historia, a base de capas, la última será la ortográfica. En medio un sinfín de matices a cuidar para que el resultado sea redondo.
Y esta estructura previa puede contener solo las grandes líneas de la historia o detenerse en más detalles. Dependiendo de lo que quieras profundizar en los temas que trate y en los personajes que la pueblen. Lo ideal es que ese esquema inicial recorra los pasos a seguir de principio a fin.
Así que lo primero que debes plantearte es qué quieres contar. Dónde están los momentos más álgidos de esa historia. Esos son los que tienes que reflejar en la estructura.
la creatividad que surge de la estructura
Cuanto más completo sea el esquema de tu novela, mejor. Entre otras cosas porque conforme vayas escribiendo, tu cerebro recibirá diariamente órdenes exactas que irán en función del hilo de la historia. Proyectarás toda tu creatividad en hacer esas escenas lo más redondas posible y el arco de tus personajes evolucionará de manera coherente.
Es decir, si yo sé que mañana tengo que escribir x escenas, en las horas que tengo entre escritura y escritura, mi cabeza se pondrá a ello para pensar solo en eso; no se despistará o se le ocurrirá empezar la casa por el tejado. Si la dejamos vagar, se le van a ocurrir ideas que luego van a tener un encaje complicado en la novela.
Por qué, sencillo. Si tienes un bosquejo, aunque sea mental, de cómo se va a desarrollar la historia, tu mente podrá pensar con más claridad, será capaz de sacarle mucho más jugo a todo aquello que ya le has enseñado y buscará la forma de encontrar hilos que lo recorran todo con genialidad.
Así que si sigues creyendo en el cuento ese, que viene muy bien para procrastinar, de que estructurar matará su creatividad, haz el favor de caerte ya del guindo. Ya paro que me enciendo.
Nadie es capaz de ser creativo sin conocer las bases sobre las que crea. A ver si te piensas que Einstein se levantó una mañana y se le ocurrió la teoría de la relatividad así por las buenas, porque era muy creativo. Eso es el fruto de hacer muchas estructuras antes, de sentar bases, de estudiar, de formarse, de experimentar. Sin cimientos no vas a descubrir tu teoría de la relatividad, vas a marearte y a marear a tus lectores de paso.
Y como mínimo, es primordial saber cuál será el final de la historia. Aunque solo sea eso, ya es un paso enorme y muy aventajado sobre los que no tienen mapa. Por mucho que pienses que a ti no te pasa, se nota. Te lo digo yo que estoy harta de leer inicios sin pies ni cabeza. Y cuando pregunto por la estructura previa, se oye el cantar de los grillos. Casi nunca falla.
—No te pongas gallito, Paco, déjala.
Estructura interna de una novela
Hay infinitas formas de contar una historia, debes encontrar la mejor manera de contar la tuya. Tal y como decía Miguel Ángel, debes ver dentro de esa mole de mármol la escultura que debes pulir. Cuando los autores me cuentan lo que tienen en la cabeza y qué quieren transmitir, mi cerebro ordena los datos y me devuelve varias fórmulas eficaces para contar esa historia.
La mente del lector y cómo va a vivir la historia, te indicará cuál es la forma eficaz de contar aquello. Qué parte de la vida de los protagonistas es la ideal para enamorar al lector. Ahí está la clave. La única justificación para variar el orden temporal es esta.
Sigue la línea del tiempo
Y es que, aunque decidas que tu historia se contará mejor cambiando la línea del tiempo, lo que está claro es que como mínimo debes tener una previa en clave temporal, para que tu cabeza tenga claros esos parámetros y luego cuando escribas sea mucho más sencillo situarlo todo.
Una vez la tengas, si piensas que tu novela debe comenzar por algún punto que no coincide con el inicio, tendrás una base sólida para hacerlo, sin perderte nada.
Situar los personajes en el tiempo es fundamental dentro de la novela, si tienes una idea previa aunque sea nimia de los tiempos, será mucho más sencillo distribuirlos y colocar las piezas para que todo encaje.
Y si no encuentras la manera de contar lo que tienes en la cabeza, lo más eficaz es contarlo de manera cronológica.
El narrador es determinante
Otro punto crucial para hacer una estructura previa es atender al narrador. Es muy importante definir el narrador al mismo tiempo que se estructura la novela. Ya que la voz o las voces que van a contar la historia también la determinarán.
No es lo mismo una novela en primera persona que en tercera, ni con varios narradores o con uno. Eso también tendrás que tenerlo en cuenta a la hora de estructurar.
En caso de tener, por ejemplo, varios narradores que han vivido lo mismo, es fundamental tener claro qué cuenta quién en función de su papel en esos hechos. Así no repetirás datos y cada intervención será un avance en la trama.
De hecho, hay novelas cuya trama central está basada exclusivamente en su narrador, digamos que lo único importante es lo que le pasa a él. Sucede, por ejemplo, en algunas novelas escritas en primera persona. En estos casos estructura y narrador son lo mismo. Aunque eso no te exime de hacer el esquema con los puntos álgidos de tu historia.
Cada historia tiene su estructura
En el caso de que pienses que el lector va a introducirse, comprender y disfrutar más y mejor de la historia cambiando el orden de los acontecimientos, sopesa las diferentes formas de contarla y elige. Aquí te dejo algunas de las estructuras no lineales más comunes:
- Circular
- Paralela
- Convergente
- In media res
- Invertida
- Vanguardista o inestructurada
Cuidado con esta última, se supone que no tiene estructura, pero en estos casos, el autor se tiene que emplear a fondo porque para que una novela así funcione (en la que los tiempos y los espacios se mezclan sin transiciones aparentes), hay que estudiar ingeniería antes. Aviso.
Empeñarte en que tu historia tenga una estructura determinada, para lucimiento, como experimento o porque piensas que tus lectores van a pensar que sabes escribir mejor, es un error enorme. Cada historia tiene una estructura o varias desde las que se puede contar mejor y esa es la única regla que debes atender a la hora de hacer su esqueleto.
Si te empeñas en contar tu historia de otra forma a cómo debería desarrollarse orgánicamente, tu escritura no fluirá y, lo que es peor, el lector no la recibirá tal y como tú la tienes en la cabeza, lo que conlleva que no le va a gustar tanto como piensas. Las filigranas en este sentido suelen salir caras.
Aquí, una vez más, se demuestra que se debe escribir con las tripas, pero con la cabeza bien atenta a todo lo que se escribe para racionalizar y poner en su sitio cada elemento.
Conclusiones
Escribir una novela es algo que requiere un mimo exquisito.
La calidad de una novela no está en la estructura que elijas. Lo importante es contar bien la historia y emocionar al lector con ella. Tus recursos brillarán si dominas la técnica que utilizas.
Si te esfuerzas por meter una historia en un armazón que no es el suyo, lo más probable es que estallen las costuras o te venga grande el proyecto. Es igual de peligroso que no hacer ningún mapa antes.
Estructura, cuida cada detalle, no repitas nunca nada y busca la manera de emocionar al lector sin apabullarlo.
Espero que te haya quedado claro cómo hacerlo, en caso contrario, cuéntamelo.
¡Venga, a escribir!
Gracias por tus consejos
De nada, un placer 🙂
La mayor parte de lo que he escrito ha sido con un plan previo trazado, pero también he escrito sin haberlo hecho y creo que el resultado no fue malo. Aun así, reconozco que es mucho mejor y más fácil construir una casa con el plano hecho. Y si encima lo dice Yolanda, más todavía.
Hola, Alejandro, no porque lo diga yo, hombre, es que es mucho mejor. Un abrazo
Estoy de acuerdo con tus postulados. Sin embargo, conociendo los malabarismos y magia para hacer una novela. Me desilusiona ver que tanto trabajo pocas veces es remunerado. Correctores, maquetación, diseño, etc. El futuro de un libro tan incierto como un billete de lotería. El grueso de la población no lee, y nos miran como entes raros. Leí que en España hay más escritores que lectores. Escribir es «apostarle a la cultura del fracaso», dice un autor mexicano. Terminaré mis tres libros avanzados y adiós a las letras. Buscaré otro hobby acorde a mi naturaleza. Mi familia se queja por no dedicarle más tiempo. Obras que rematan en cualquier tienda. Librerías cerradas. Millones de libros lanzados cada año. El panorama es desolador. Me vacunaré contra este virus.
Un gusto saludarte, Yolanda. Bendiciones y mucha luz.
Hola, siento que estés tan desilusionado, mucho ánimo con esas obras. La literatura es así, no puedes saber a dónde irán a parar tus libros, pero si no los cuidas, es fácil saberlo. Un abrazo.
Como siempre tus artículos son un aprendizaje contínuo para mí. Hay datos nuevos que desconocía de la estructura y me abre ahora un nuevo campo a descubrir. Muchas gracias.
Hola, muchas gracias, hacer una buena estructura, acorde con lo que se quiere contar, es fundamental para que el lector disfrute de la obra. Un abrazo9 enorme.
Hola Yolanda, te cuento que estoy en el momento de ordenar una bola de textos con la idea de publicarlos.
Tengo bastantes relatos no muy largos, tres cuartillas da promedio.
También algunos sonetos y un texto ya más largo de unas noventa cuartillas, autobiográfico.
Este último, me está tirando un poco hacia que sea una novela. No me acaba de convencer el hablar solo de mi mismo. Creo que sin darme cuenta puedo cansar al lector.
Me parece que debo empezar a inventar personajes, épocas y lugares.
Tu escrito sobre la estructura y el norte además de la decisión de elegir al narrador, me son de gran utilidad. Me has dado claridad. Muchas gracias.
Afectuosos saludos desde Mexico , particularmente de Cancun, donde resido
Hola, me alegro mucho que te haya servido de ayuda el artículo. Mucho ánimo con ello.
Un abrazo,