Tipos de ciencia ficción. Orígenes
Existen muchos tipos de ciencia ficción. Así en este artículo, igual que hice con el terror, voy a hacer un repaso rápido (y personal) de la historia de la ciencia ficción. ¡Allá vamos!
Orígenes de la ciencia ficción
La ciencia ficción, como cualquier otro género literario, tiene su origen en la antigüedad. De hecho, es difícil establecer su origen exacto, ya que la literatura fantástica existe desde que existe la literatura, y la ciencia ficción no es sino una rama de esta. También el término moderno de «ciencia ficción» resulta ambiguo, puesto que se trata de un género que difiere de la fantasía por su carácter especulativo, y en ocasiones resulta complicado trazar la línea que separa ambos géneros. Para arrojar algo de luz sobre el asunto, podríamos decir que mientras en la fantasía hay elementos mágicos imposibles de explicar científicamente, la ciencia ficción, como su nombre indica, está fundamentada en la ciencia y trata de ser plausible.
Ciencia ficción romana
Uno de los muchos puntos de partida que podemos establecer para la ciencia ficción es la obra Historia verdadera de Luciano de Samósata. En esta, como harían después Bergerac, Poe, Verne o H. G. Wells, se narra un viaje a la luna y un encuentro con los selenitas. Independientemente al peso científico de la obra, aquí lo importante es la intención especulativa; existe una luna, por lo tanto, puedo imaginar cómo alcanzarla y lo que me encontraré en ella.
Clásicos del género
No es mi intención hacer una lista de clásicos de la ciencia ficción, ya que hay miles de ellas en Internet (todas muy parecidas, por cierto), y mucho menos quiero hacer una lista de autores, pues todos conocemos sus nombres y lo que han significado para el género. Lo que yo pretendo es descubrir una ciencia ficción diferente, y centrarme en dos subgéneros que engloban una gran parte de las historias de ciencia ficción: la ciencia ficción dura y la space opera. Sin embargo, sí que quiero aprovechar para destacar a un autor que no pertenecía al mundo anglosajón, y es Karel Čapek. ¿Y por qué?, pues porque aparte de escribir el clásico La guerra de las salamandras (1936), en su obra teatral R.U.R. (Robots Universales Rossum) (1920), introdujo por primera vez el término robot.
Space opera
La ciencia ficción comienza siendo literatura de consumo. Un mero entretenimiento escrito por escritores aficionados con pocos conocimientos científicos. Por eso, la space opera nace como una trasposición del wéstern al espacio, y se caracterizó por anteponer el factor aventura al rigor científico. Un tipo de ciencia ficción de andar por casa.
Héroe galáctico
La primera saga o personaje que trasciende lo meramente literario es Buck Rogers, una creación de Philip Francis Nowlan que apareció en la revista pulp Amazing Stories y que sería adaptado a tiras de prensa, radionovela y televisión. Buck Rogers es un veterano de la I Guerra Mundial que cae en un estado de animación suspendida por la exposición a los gases radioactivos de una mina y despierta en el año 2419.
Tras el éxito de Buck Rogers y para competir con su tira de prensa, el dibujante Alex Raymond crea la historieta de Flash Gordon, quien se erigirá como la principal referencia del héroe galáctico hasta la aparición de Star Trek.
Revistas Pulp
El desarrollo de la space opera no hubiera sido posible de no ser por publicaciones pulp como Weird Tales o Astounding Stories. En estas revistas publicarán autores como C. L. Moore, que utilizó un seudónimo para ocultar su sexo y fue la creadora de Northwest Smith, cuyo atuendo y personalidad lo caracterizan como un claro antecedente de Han Solo; Edgar Rice Burroughs, autor de Tarzán y que destacará en el romance planetario con la saga de John Carter de Marte, o Leigh Brackett, conocida como «la reina de la space opera» y coautora del guion de El imperio contraataca, con su serie de libros sobre Eric John Stark.
Ciencia ficción dura y blanda
Dentro de los diferentes tipos de ciencia ficción (space opera aparte) podemos distinguir dos vertientes principales: la «blanda», con autores como Philip K. Dick, Ray Bradbury o Ursula K. Le Guin, que utilizan la ciencia ficción para reflexionar sobre la sociedad humana; y la «dura», con autores como Robert A. Heinlein, Arthur C. Clarke o Isaac Asimov, cuyas obras tienen unos fundamentos científicos sólidos y persiguen un fin divulgativo.
Otros géneros
La ciencia ficción, por supuesto, no se limita a los géneros anteriormente mencionados. Los subgéneros son muchos, desde la mezcla de la ciencia ficción con la fantasía o el terror, hasta el ciberpunk, steampunk, robótica, inteligencia artificial, retrofuturismo, ucronía, distopía, viajes temporales y dimensionales, ciencia ficción apocalíptica…
Género y sexo
La ciencia ficción, como la fantasía, es un género que nos permite establecer paralelismos con nuestra sociedad. Muchas historias fantásticas no son sino alegorías que permiten explorar problemas reales desde la distancia que nos proporciona la ficción. Un claro ejemplo de esto es la ciencia ficción feminista. Charlotte Perkins, precursora del género, planteará en Herland (1915) una utopía libre de dominación y compuesta exclusivamente por mujeres que se reproducen por partenogénesis. Por su parte, Ursula K. Le Guin, en La mano izquierda de la oscuridad (1969), presenta una sociedad andrógina, hermafrodita y bisexual; aquí, los individuos tienen género neutro tres semanas al mes, y la restante son machos o hembras dependiendo de las feromonas de su pareja. Por último y más recientemente, en El cuento de la criada (1985), Margaret Atwood describe una sociedad autoritaria y extremadamente represiva con las mujeres, las cuales quedan reducidas a meras esclavas.
Ciencia ficción social
Si las mujeres lo tuvieron difícil para abrirse un hueco en el género, peor fue para las mujeres de raza negra. Este es el caso de Octavia E. Butler, que se movió en la ciencia ficción racial casi sin darse cuenta. Buen ejemplo es su cuento Bloodchild (1984), ganador de los premios Nébula, Hugo y Locus, en el que narra cómo una especie alienígena se reproduce implantando huevos en un grupo de humanos, o la trilogía de Xenogénesis (1987-1989), que explora las relaciones entre los humanos y otras especies de las que dependen para sobrevivir.
Otras obras
Sé que me dejo en el tintero muchos autores en esta breve y particular cronología de la historia de la ciencia ficción, como por ejemplo Frank Herbert, quien con Dune (1965) inauguraría una de las sagas más influyentes de la ciencia ficción, o Doris Lessing, la única ganadora de un Premio Nobel que ha cultivado el género, pero aunque no están todos los que son, sí que son todos los que están.
Además, mi nave espacial está a punto de despegar y ya llego tarde…
No había caído en la cuenta que, aunque tengan millones de lectores, los autores de ciencia ficción no ganan los Nobel de Literatura. Curioso.
Ya, es extraño, pero bueno en esto de los premios y los concursos ocurren cosas de origen distraído, por llamarlo de alguna manera 🙂
La fantasía en general está muy poco valorada por las academias, pasa lo mismo en el cine. Supongo que la consideran una literatura menor, por mucho que las grandes obras tengan todas elementos fantásticos.
Imagino, aunque no deja de ser un género que tiene obras inmensas 🙂 como muy bien señalas tú en este artículo 🙂